Trasmitir la «belleza de la fe, la belleza del encuentro con Cristo»: Papa a comunicadores católicos
Ciudad del Vaticano (Lunes, 23-09-2013, Gaudium Press) El Papa Francisco se dirigió, el pasado sábado, a los participantes de la Asamblea Plenaria del Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales, con un mensaje que resalta la importancia del comunicador católico, y da las pistas de su accionar.
Tras destacar el Decreto concililar Inter mirifica, que «expresa el interés de la Iglesia por la comunicación y por sus instrumentos», el Pontífice afirmó que «el panorama comunicativo se ha convertido poco a poco para muchos en un «ambiente vital», una red donde las personas se comunican, amplían el horizonte de sus contactos y de sus relaciones».
En este contexto, el Papa afirmó que la Iglesia debe, en estos ambientes, «lograr inserirse en el diálogo con los hombres y mujeres de hoy, para comprender sus expectativas, sus dudas, sus esperanzas».
«En efecto, precisamente hoy, en la era de la globalización, estamos asistiendo a un aumento de la desorientación, de la soledad; vemos difundirse la pérdida del sentido de la vida, la incapacidad para tener una ‘casa’ de referencia, la dificultad para trabar relaciones profundas. Es importante, por eso, saber dialogar, entrando también, aunque no sin discernimiento, en los ambientes creados por las nuevas tecnologías, en las redes sociales, para hacer visible una presencia, una presencia que escucha, dialoga, anima», afirmó el Papa Francisco.
Una pregunta que debe hacerse el comunicador católico es: «¿somos capaces, también en este campo, de llevar a Cristo, o mejor, de llevar al encuentro de Cristo? ¿De caminar con el peregrino existencial, pero como lo hacía Jesús con los de Emaús, encendiendo sus corazones, haciéndoles encontrar al Señor? ¿Somos capaces de comunicar el rostro de una Iglesia que es ‘casa’ de todos? (…) Se trata de hacer descubrir, también a través de los medios de comunicación social, además de en el encuentro personal, la belleza de todo lo que constituye el fundamento de nuestro camino y de nuestra vida, la belleza de la fe, la belleza del encuentro con Cristo. (…) Tenemos un tesoro precioso que transmitir, un tesoro que da luz y esperanza. ¡Son tan necesarias! Pero todo esto requiere una cuidada y cualificada formación, de sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos, también en este campo. El gran continente digital no es simplemente tecnología, sino que está formado por hombres y mujeres que llevan consigo lo que tienen dentro, sus experiencias, sus sufrimientos, sus anhelos, la búsqueda de la verdad, de la belleza, de la bondad.»
En el encuentro con Jesús que deben propiciar los medios de comunicación católicos, el desafío es ser «conscientes, no obstante, de que nosotros somos medios y que el problema de fondo no es la adquisición de sofisticadas tecnologías, aunque sean necesarias para una presencia actual y significativa. Que nos quede siempre claro que creemos en un Dios apasionado por el hombre, que quiere manifestarse mediante nuestros medios, aunque siempre son pobres, porque es Él quien obra, transforma, salva la vida del hombre».
«Y nuestra oración, la de todos, para que el Señor enardezca nuestro corazón y nos sostenga en la misión fascinante de llevarle al mundo. Me encomiendo a sus oraciones porque también yo tengo esta misión, y les imparto de corazón mi Bendición», concluyó el Papa.