Revista oficial del Santuario de Fátima celebra la reciente Consagración del Mundo al Inmaculado Corazón de María

Fátima (Martes, 15-10-2013, Gaudium Press) Como «un hecho de extraordinaria importancia que pone de relieve la importancia del mensaje de Fátima» calificó el Rector del Santuario mariano portugués la Consagración del Mundo al Inmaculado Corazón de María ante la imagen venerada en la Capilla de las Apariciones en Fátima, Portugal. La publicación oficial del Santuario destacó además en su editorial la Consagración realizada en 1984 por el Beato Juan Pablo II y el ofrecimiento de la bala que se extrajo de su cuerpo tras el atentado que casi pone fin a su vida y que falló según el Pontífice por la intercesión de la Santísima Virgen.

«Esta es la tercera vez que la imagen está presente en Roma, siempre a petición del Santo Padre», comentó el P. Carlos Cabecinhas, Rector del Santuario y autor del editorial, quien destacó la celebración en honor de la Madre de Dios como uno de los grandes eventos del año. «La Jornada Mariana, ya cerca del final del Año de la Fe, destaca el lugar especial de María en nuestra experiencia cristiana. María es el modelo del creyente, el ejemplo que se nos propone en la vivencia de la fe».

El sacerdote recordó que la Santísima Virgen sostiene maternalmente la fe de sus hijos, defensa que desde los primeros siglos fue reconocida por los cristianos y que fue destacada por el Papa Pablo VI con su frase «no se puede ser cristiano si no se es mariano».

Nuestra Señora de Fátima, destacado ejemplo de devoción mariana

«La elección de la imagen de Nuestra Señora de Fátima que se venera en la Capilla de las Apariciones para asistir a este evento es muy significativo», expresó el Rector en la publicación oficial del Santuario: «fue pensado para que estuviera presente en Roma una imagen de la Virgen representativa de la devoción mariana en el mundo católico». Este fue el sentido expresado por Mons. Rino Fisichella, Presidente del Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización y organizador de los eventos centrales del Año de la Fe, en su carta al Santuario (ver noticia anterior).

A pesar de que la solicitud de la Santa Sede coincidía con la fiesta en el Santuario y que la imagen más venerada estaría fuera del mismo durante su fiesta por primera vez, las autoridades eclesiásticas aceptaron con entusiasmo. «La respuesta sólo podía ser positiva», destacó el P. Cabecinhas. «La figura del Santo Padre es de particular importancia en el mensaje de Fátima y la oración por él y por sus intenciones es la práctica diaria en el Santuario».

Según el editorial, la presencia de la imagen en Roma constituye un símbolo de comunión con la Santa Sede y un nuevo respaldo del Pontífice a Fátima y su mensaje. Finalmente, el Rector del Santuario afirmó que este lazo de unión tuvo una demostración adicional en «la presencia en Fátima, en la misma fecha, el Cardenal Secretario de Estado del Vaticano, el Card. Tarcisio Bertone, como Presidente de la gran peregrinación de octubre». Los peregrinos, en Roma y en Fátima estuvieron «especialmente unidos en la misma oración, la contemplación de María como modelo de fe y recurriendo a su ayuda e intercesión en la vivencia creyente».

Con información de Santuario de Fátima.

 

Fuente:: Gaudium Press

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Hay necesidad de cristianos que hagan visible al hombre de hoy la misericordia divina: al Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización
(RV).- (audio) Hay necesidad de cristianos que hagan visible al hombre de hoy la misericordia divina: al Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización A mediodía el Pontífice recibió en la Sala Clementina del Palacio Apostólico a los participantes a la Plenaria del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización.
En su discurso, el Papa les agradeció el servicio realizado por el dicasterio en este Año de la Fe y les recordó que “Nueva evangelización” significa despertar en los corazones y las mentes de nuestros contemporáneos la vida de la fe. “La fe es un don de Dios, pero es importante que los cristianos mostremos, de un modo concreto, cómo vivir la fe, a través del amor, la armonía, la alegría, el sufrimiento, porque esto plantea preguntas. Son interrogativos que conducen al corazón de la evangelización, que es el testimonio de la fe y de la caridad. Lo que necesitamos, sobre todo, en estos tiempos, son testigos creíbles, que con la vida y también con la palabra hagan visible el Evangelio.
Muchas personas se han alejado de la Iglesia. Y es equivocado echar la culpa a unos o a otros, en efecto, no es apropiado hablar de culpas. Hay responsabilidades en la historia de la Iglesia y de su gente, hay en ciertas ideologías y también en los individuos. Como hijos de la Iglesia, debemos continuar por el camino del Concilio Vaticano II, desnudarnos de las cosas inútiles y perjudiciales, de falsos valores mundanos que gravan la Iglesia y dañan su verdadero rostro.

Cada bautizado -ha dicho el Papa- es un “cristóforo”, un portador de Cristo, y no puede tener para él esta experiencia: ha de compartirla, ha de llevar Jesús a los otros.
Hay necesidad de cristianos que hagan visible al hombre de hoy la misericordia de Dios, su compasión por todas las criaturas. Todos sabemos que la crisis de la humanidad contemporánea no es superficial, sino profunda. Por esta razón, la nueva evangelización, mientras nos llama a tener el valor de ir contra corriente, de con-vertirnos de los ídolos al Dios único y verdadero, utiliza el lenguaje de la misericordia, compuesto de gestos y actitudes más que de palabras.

La nueva evangelización, ha proseguido Francisco, es un movimiento renovado para quien ha perdido la fe y el sentido profundo de la vida. Y dentro de este movimiento todo cristiano está llamado a ir al encuentro de los demás.
Nadie está excluido de la esperanza de vida, del amor de Dios. La Iglesia es enviada, a todas partes, para despertar esta esperanza, especialmente donde está obstaculizada por condiciones de vida difíciles, a veces, inhumanas, donde la esperanza no respira, se asfixia. Necesitamos el oxígeno del Evangelio, el soplo del Espíritu de Cristo resucitado, que vuelva a encender los corazones. La Iglesia es la casa donde las puertas están siempre abiertas, no sólo porque todo el mundo puede encontrar aceptación y respirar amor y la esperanza, sino también porque podemos salir y llevar este amor y la esperanza. El Espíritu Santo nos insta a dar un paso fuera de nuestra casa y nos guía hasta las periferias de la humanidad.
ER RV

Fuente:: News.va

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Misericordia quiero y no sacrificios, el Papa el lunes
(RV).- Es necesario luchar contra el “síndrome de Jonás” que nos lleva a la hipocresía de pensar que nuestras obras son suficientes para salvarnos. Lo dijo el Papa Francisco en la misa de la mañana del lunes en la Casa de Santa Marta. El Obispo de Roma advirtió de “una actitud de religiosidad perfecta”, que sigue la doctrina pero que no se preocupa de la salvación de la “gente pobre”.
El “síndrome de Jonás” y la “señal de Jonás”. El Santo Padre centró su homilía en este binomio. Jesús, observó, habla en el Evangelio de hoy de “generación perversa”. Su palabra es muy fuerte. Pero, advirtió, no se refería a la gente “que lo seguía con tanto amor”, sino a los “doctores de la ley” que “trataban de ponerlo a la prueba para hacerlo caer en la trampa”. Estas personas, de hecho, “le pedían señales” y Jesús responde que sólo se les dará “la señal de Jonás”. Existe, sin embargo, advirtió Francisco, el “síndrome de Jonás”. El Señor le pidió que fuera a Nínive, y él huyó a España. Jonás, dijo, “tenía las cosas claras”: “la doctrina es ésta”, “se debe hacer esto” y que los pecadores “se las arreglen ellos, yo me voy”. A aquellos que “viven según este síndrome de Jonás”, añadió el Pontífice, Jesús “llama hipócritas, porque no quieren la salvación” de la “gente pobre”, de los “ignorantes” y de “pecadores”:
“El ‘síndrome de Jonás’ no tiene celo por la conversión de la gente, busca una santidad -me permito la palabra- una santidad de “lavandería”, toda bonita, impecable, pero sin ese celo de ir a predicar el Señor. Frente a esta generación enferma del ‘síndrome de Jonás’ el Señor promete la señal de Jonás. La otra versión, la de Mateo, dice que Jonás estuvo dentro de la ballena por tres días y tres noches, referencia a Jesús en el sepulcro – a su muerte y resurrección – y aquella es la señal que Jesús promete contra la hipocresía, contra esta actitud de religiosidad perfecta, contra esta actitud de un grupo de fariseos”.
Hay una parábola en el Evangelio, agregó el Pontífice, que retrata muy bien este aspecto: la del fariseo y el publicano que oraban en el templo. El fariseo, “tan seguro de sí mismo”, daba gracias a Dios ante el altar por no ser como el publicano que en cambio sólo pedía la misericordia del Señor, reconociéndose pecador. He aquí que “la señal que Jesús promete para su perdón, a través de su muerte y su resurrección”, dijo el Papa, “es su misericordia”: “Misericordia quiero y no sacrificios”.
“La señal de Jonás, la verdadera, es aquella que nos da la confianza de ser salvados por la sangre de Cristo. ¿Cuántos cristianos, cuántos hay, que piensan que serán salvados sólo por lo que hacen, por sus obras? Las obras son necesarias, pero son una consecuencia, una respuesta a aquel amor misericordioso que nos salva. Pero sólo las obras, sin ese amor misericordioso, no sirven . En cambio, el ‘síndrome de Jonás’ tiene confianza sólo en su justicia personal, en sus obras”.
Jesús habla entonces de “generación malvada” y “a la pagana, la reina de Saba, casi la nombra juez: se levantará contra los hombres de esta generación”. Y esto, señaló, “porque era una mujer inquieta, una mujer que buscaba la sabiduría de Dios”:
“He aquí que, el ‘Síndrome de Jonás’ nos lleva a la hipocresía, a aquella autosuficiencia, a ser cristianos limpios, perfectos, ‘porque hacemos estas obras: cumplimos los mandamientos, todo’. Es una gran enfermedad. Es la señal de Jonás, de la misericordia de Dios en Jesucristo, muerto y resucitado por nosotros, por nuestra salvación. En la primera lectura hay dos palabras que se conectan con esto. Pablo dice de sí mismo que es un apóstol, no porque ha estudiado, no: Apóstol por llamado. Y a los cristianos les dice ‘Están llamados por Jesucristo’. La señal de Jonás nos llama: seguir al Señor, pecadores, somos todos, con humildad, con docilidad. Hay una llamada, también una opción”.
“Aprovechemos esta liturgia de hoy – pidió el Papa – para preguntarnos y tomar una decisión: ¿qué prefiero? ¿El síndrome de Jonás o la señal de Jonás?”. (RC-RV)

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El Arzobispo de Tarragona, Mons. Pujol, ha repasado los principales actos de estos días y reconoce «que se le cayeron las lágrimas» de emoción durante la Eucaristía

El Arzobispo anfitrión, Mons. D. Jaume Pujol, y el Obispo Secretario de la Conferencia Episcopal Española, Mons. D. Juan Antonio Martínez Camino, han comparecido en una rueda de prensa final de la Beatificación del Año de la Fe. Se ha celebrado hoy en la sede del Seminario de Tarragona y en ella se han ofrecido los datos fundamentales del acontecimiento en el que han sido proclamados beatos, 522 mártires del siglo XX en España.

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Ciudad del Vaticano, 14 octubre 2013 (VIS).- El Santo Padre ha recibido esta mañana en audiencia, en el palacio apostólico vaticano, a los participantes de la plenaria del Pontificio Consejo para la Promoción para la Nueva Evangelización. «En nuestro tiempo -ha dicho el Papa- se verifica a menudo una actitud de indiferencia hacia la fe que ya no se considera importante en la vida humana… es importante que nosotros cristianos mostremos un modo concreto de vivir la fe, a través del amor, la armonía, la alegría, el sufrimiento, porque esto plantea interrogantes, como al inicio del camino de la Iglesia: ¿por qué viven de esa manera?, ¿qué les motiva?. Son preguntas que conducen al corazón de la evangelización que es el testimonio de la fe y de la caridad».
 
Francisco ha destacado que hay muchas personas que se han alejado de la Iglesia y ante esta situación «necesitamos cristianos que hagan visible a los hombres de hoy la misericordia de Dios, su ternura por todas las criaturas». Además, el Pontífice ha animado al encuentro, a salir en busca de aquellos que «han perdido la fe y el sentido profundo de la vida. La Iglesia -ha acentuado- es enviada para despertar esta esperanza, especialmente donde se vea ahogada por difíciles condiciones existenciales, a veces inhumanas, donde la esperanza no respira, se asfixia. Necesitamos el oxígeno del Evangelio, el soplo del Espíritu de Cristo Resucitado, para que vuelva a encender -la esperanza- en los corazones. La Iglesia es la casa donde las puertas están siempre abiertas, no sólo para acoger a todos y respirar el amor y la esperanza, sino también para salir y llevar este amor y esta esperanza».
 
Pero todo esto, ha explicado, en la Iglesia no se deja al azar ni a la improvisación, sino que exige un esfuerzo común. De ahí la importancia de la pastoral de las diócesis y las parroquias, de la catequesis como momento de evangelización. Volviendo a recordar que haber encontrado niños que no sabían hacerse la señal de la cruz, ha insistido en cómo la labor que desarrollan los catequistas representa un servicio precioso para la nueva evangelización y ha mencionado que es importante que «los padres sean los primeros catequistas, los primeros educadores de la fe en la propia familia con el testimonio y la palabra».

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Ciudad del Vaticano, 12 de octubre de 2013 (VIS).- Al final de la ceremonia mariana en la Plaza de San Pedro, la imagen de la Virgen de Fatima fue transportada en helicóptero al santuario romano del Divino Amor.
 
A las 19.30, diversos santuarios marianos de todo el mundo, se conectaron con el Divino Amor para rezar el Rosario y participar en la vigilia de oración «Con María más allá de la noche”, que concluye al alba con la peregrinación tradicional a ese santuario.
 
El Papa Francisco ha grabado un mensaje en vídeo transmitido antes del Rosario y cuyo texto es el siguiente:
 
Queridos hermanos y hermanas:
 
Saludo a todos los peregrinos que están en el Santuario del Divino Amor, y a los que se conectan desde los santuarios marianos de Lourdes, Nazaret, Luján, Vailankanni, Guadalupe, Akita, Nairobi, Benneux, Cz?stochowa y Marian Valley.
 
Esta tarde me siento unido a todos ustedes en la recitación del Santo Rosario y en la Adoración Eucarística bajo la mirada de la Virgen María.
 
La mirada. ¡Qué importante es! ¡Cuántas cosas pueden decirse con una mirada! Afecto, aliento, compasión, amor, pero también reproche, envidia, soberbia, incluso odio. Con frecuencia, la mirada dice más que las palabras, o dice aquello que las palabras no pueden o no se atreven a decir.
 
¿A quién mira la Virgen María? Nos mira a todos, a cada uno de nosotros. Y, ¿cómo nos mira? Nos mira como Madre, con ternura, con misericordia, con amor. Así ha mirado al hijo Jesús en todos los momentos de su vida, gozosos, luminosos, dolorosos, gloriosos, como contemplamos en los Misterios del Santo Rosario, simplemente con amor.
 
Cuando estamos cansados, desanimados, abrumados por los problemas, volvámonos a María, sintamos su mirada que dice a nuestro corazón: «¡Animo, hijo, que yo te sostengo!» La Virgen nos conoce bien, es madre, sabe muy bien cuáles son nuestras alegrías y nuestras dificultades, nuestras esperanzas y nuestras desilusiones. Cuando sintamos el peso de nuestras debilidades, de nuestros pecados, volvámonos a María, que dice a nuestro corazón: «!Levántate, acude a mi Hijo Jesús!, en él encontrarás acogida, misericordia y nueva fuerza para continuar el camino».
 
La mirada de María no se dirige solamente a nosotros. Al pie de la cruz, cuando Jesús le confía al Apóstol Juan, y con él a todos nosotros, diciendo: «Mujer, ahí tienes a tu hijo», los ojos de María están fijos en Jesús. Y María nos dice, como en las Bodas de Caná: «Haced lo que él os diga». María indica a Jesús, nos invita a dar testimonio de Jesús, nos guía siempre a su Hijo Jesús, porque sólo en él hay salvación, sólo él puede trasformar el agua de la soledad, de la dificultad, del pecado, en el vino del encuentro, de la alegría, del perdón. Sólo él.
 
«Bienaventurada porque has creído». María es bienaventurada por su fe en Dios, por su fe, porque la mirada de su corazón ha estado siempre fija en Dios, en el Hijo de Dios que ha llevado en su seno y que ha contemplado en la cruz. En la Adoración del Santísimo Sacramento, María nos dice: «Mira a mi Hijo Jesús, ten los ojos fijos en él, escúchalo, habla con él. Él te mira con amor. No tengas miedo. Él te enseñará a seguirlo para dar testimonio de él en las grandes y pequeñas obras de tu vida, en las relaciones de familia, en tu trabajo, en los momentos de fiesta; te enseñará a salir de ti mismo, de ti misma, para mirar a los demás con amor, como él, que te ha amado y te ama, no de palabra, sino con obras».
 
¡Oh María!, haznos sentir tu mirada de Madre, guíanos a tu Hijo, haz que no seamos cristianos «de escaparate», sino de los que saben «mancharse la manos» para construir con tu Hijo Jesús su Reino de amor, de alegría y de paz”.

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Redacción (Lunes, 14-10-2013, Gaudium Press) Corría el año de 1874, cuando valiente y santamente el Beato Pío IX dirigía la nave de la Iglesia. Era la época de Don Pedro II en el Brasil, y Ecuador tenía como presidente a Don Gabriel García Moreno, quien estaba concluyendo su segundo período de gobierno y en breve ganaría su tercera elección, antes de ser victimado mientras proclamaba el grito «Dios no muere». En Colombia era presidente Santiago Pérez Manosalva (1874-1876).

Colombia país andino, de muchas riquezas naturales, era habitado por una sociedad patriarcal pero también matriarcal, de proles numerosas. Así era el departamento de Antioquia, donde era prestigioso tener al menos un religioso en la familia. País con un gran respeto a la Iglesia, de fe profunda, de carbonero, antes que académica. Un pueblo inteligente, intuitivo, trabajador, y luchador.
Fue pues, por estos días, exactamente el 26 de mayo de 1874 que nace en Jericó-Antioquia la niña Laura Montoya, hija de Don Juan de la Cruz Montoya y Dolores Upegui. Laurita no conoció a su padre, que era médico y comerciante, pues fue también victimado en medio de las guerras civiles que asolaban a Colombia en aquellos tiempos.

La fuerza religiosa y piadosa de esta nación se palpa en pequeños hechos: Doña Dolores da a luz a María Laura de Jesús, y no la besa hasta que esté bautizada, lo que ocurrió pocas horas después de nacida. La familia rezaba el rosario en conjunto todos los días y entre otras intenciones rezaban por un señor Clímaco Uribe. En cierta ocasión la niña Laura con toda su inocencia le pregunta a su madre que quién era y en dónde vivía éste señor, a lo que se le responde con entera serenidad de ánimo: «Ese fue el que mató a su padre: debe amarlo porque es preciso amar a los enemigos porque ellos nos acercan a Dios, haciéndonos sufrir». (1)

La madre de Laura, ella y sus dos hermanos tuvieron una infancia muy difícil, la pobreza era casi extrema, vivían en las casas de sus parientes. La futura Madre Laura comenta que esa situación le ayudó a curtirse en medio de las adversidades y a no tener sentimentalismos.

Niña inocente

Cuando tenía 8 años contemplando la naturaleza, vio unas hormigas que llevaban sus hojas, y se saludaban cuando se encontraban con otras, y unas les entregaban su carga a otras que llevaban al hormiguero. Tuvo en ese momento un «flash», término éste acuñado por el Profesor Plinio Corrêa de Oliveira que expresa una gracia sensible de orden mística, en que se «palpa» lo sobrenatural a partir de un elemento sensible y mucho se progresa en el amor a Dios. (2)

La futura fundadora tuvo una «iluminación» algo a la manera de un rayo de conocimiento de Dios y sus grandezas, tan hondo y amoroso que nunca lo olvidó. En ese momento «sintió» como que físicamente la existencia de Dios. Ese fenómeno duró dos horas, según narra la Madre Laura.

Fuente:: Gaudium Press

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Ángelus: el Papa pide la intercesión de los 522 beatos, proclamados hoy en Tarragona, para liberar al mundo de la violencia
(RV).- Al término de la Eucaristía y antes del rezo mariano del Ángelus, el Santo Padre Francisco saludó a los fieles y peregrinos recordando en primer lugar que hoy en Tarragona, ha tenido lugar la mayor beatificación de la historia: 522 personas asesinadas por odio a la fe, en el siglo XX en España.
“Queridos hermanos y hermanas, hoy, en Tarragona, España, han sido proclamados beatos cerca de quinientos mártires, asesinados por su fe durante la Guerra Civil española, en los años treinta del siglo pasado. Alabemos al Señor por estos valientes testigos suyos, y por su intercesión, supliquémosle que libere al mundo de toda violencia”.
El Papa, a continuación, dio las gracias a todos los que llegaron en gran número a Roma, desde Italia, y otras partes del mundo para participar a la celebración de la fe, dedicada a María nuestra Madre. Y tuvo palabras de afecto para un grupo llegado de Panamá.
“Saludo con afecto al grupo de panameños que se encuentran hoy en Roma y los confío a la protección de Nuestra Señora de la Antigua, celestial patrona de esa querida Nación”.
Asimismo, el Pontífice saludó a los niños de la Orquesta Internacional de la Paz «Pequeñas Huellas», y a la Asociación Nacional italiana de Inválidos del Trabajo y mutilados.
Finalmente, Francisco saludó también a los jóvenes de Roma que en los últimos días se comprometieron con la misión “Jesús en el centro”: “ìSean siempre misioneros del Evangelio, todos los días y en todo lugar! Y me complace saludar también a los reclusos de la prisión en Castrovillari”.
(ER RV)

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Cuando se ama, se ama hasta el extremo. El Papa sobre los mártires de Tarragona
(RV).- (Con audio) “No existe el amor por entregas, el amor en porciones. El amor total: y cuando se ama, se ama hasta el extremo. En la Cruz, Jesús ha sentido el peso de la muerte, el peso del pecado, pero se confió enteramente al Padre”, lo recuerda el Papa Francisco en el videomensaje que ha enviado a España con ocasión de la Beatificación 522 mártires en Tarragona, este domingo 13 de octubre. En este Año de la Fe, el Obispo de Roma implora especialmente por la intercesión de los mártires para ser cristianos concretos, cristianos con obras y no de palabras. “Pidámosle su ayuda para mantener firme la fe, aunque haya dificultades, y seamos así fermento de esperanza y artífices de hermandad y solidaridad”.
Texto del videomensaje del Papa Francisco (audio): Cuando se ama, se ama hasta el extremo. El Papa sobre los mártires de Tarragona
Queridos hermanos y hermanas, buenos días
Me uno de corazón a todos los participantes en la celebración, que tiene lugar en Tarragona, en la que un gran número de Pastores, personas consagradas y fieles laicos son proclamados Beatos mártires.
¿Quiénes son los mártires? Son cristianos ganados por Cristo, discípulos que han aprendido bien el sentido de aquel «amar hasta el extremo» que llevó a Jesús a la Cruz. No existe el amor por entregas, el amor en porciones. El amor total: y cuando se ama, se ama hasta el extremo. En la Cruz, Jesús ha sentido el peso de la muerte, el peso del pecado, pero se confió enteramente al Padre, y ha perdonado. Apenas pronunció palabras, pero entregó la vida. Cristo nos “primerea” en el amor; los mártires lo han imitado en el amor hasta el final.
Dicen los Santos Padres: ¡«Imitemos a los mártires»!. Siempre hay que morir un poco para salir de nosotros mismos, de nuestro egoísmo, de nuestro bienestar, de nuestra pereza, de nuestras tristezas, y abrirnos a Dios, a los demás, especialmente a los que más lo necesitan.
Imploremos la intercesión de los mártires para ser cristianos concretos, cristianos con obras y no de palabras; para no ser cristianos mediocres, cristianos barnizados de cristianismo pero sin sustancia, ellos no eran barnizados eran cristianos hasta el final, pidámosle su ayuda para mantener firme la fe, aunque haya dificultades, y seamos así fermento de esperanza y artífices de hermandad y solidaridad.
Y les pido que recen por mí. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide.
(RC-RV)

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Responder a Dios como María
(RV).- (Audio) «Dios nos sorprende siempre». Los muchos «sí» de María. El Año de la Fe en Roma vive con intensidad las jornadas marianas del sábado y de hoy. Este domingo por la mañana ante miles de fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro alrededor de la estatua de Nuestra Señora de Fátima, el Papa Francisco presidió la Santa Misa. fijando la mirada en María, “criatura humilde y débil como nosotros, elegida para ser Madre de Dios, Madre de su Creador”, el Obispo de Roma centró su homilía en tres puntos: Dios nos sorprende, Dios nos pide fidelidad, Dios es nuestra fuerza. El Papa pidió la intercesión de María para que “nos ayude a dejarnos sorprender por Dios sin oponer resistencia, a ser hijos fieles cada día, a alabarlo y darle gracias porque Él es nuestra fuerza”. Al final Francisco realizará el acto de consagración a Nuestra Señora y concluirá con el rezo del Ángelus.
Texto de la homilía del Papa (audio): Responder a Dios como María
“Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas” (Sal 97,1).
Hoy nos encontramos ante una de esas maravillas del Señor: ¡María! Una criatura humilde y débil como nosotros, elegida para ser Madre de Dios, Madre de su Creador.
Precisamente mirando a María a la luz de las lecturas que hemos escuchado, me gustaría reflexionar con ustedes sobre tres puntos: Dios nos sorprende, Dios nos pide fidelidad, Dios es nuestra fuerza.
1. El primero: Dios nos sorprende. La historia de Naamán, jefe del ejército del rey de Aram, es llamativa: para curarse de la lepra se presenta ante el profeta de Dios, Eliseo, que no realiza ritos mágicos, ni le pide cosas extraordinarias, sino únicamente fiarse de Dios y lavarse en el agua del río; y no en uno de los grandes ríos de Damasco, sino en el pequeño Jordán. Es un requerimiento que deja a Naamán perplejo, sorprendido: ¿qué Dios es este que pide una cosa tan simple? Decide marcharse, pero después da el paso, se baña en el Jordán e inmediatamente queda curado. Dios nos sorprende; precisamente en la pobreza, en la debilidad, en la humildad es donde se manifiesta y nos da su amor que nos salva, nos cura y nos fortalece. Sólo pide que sigamos su palabra y nos fiemos de Él.
Ésta es también la experiencia de la Virgen María: ante el anuncio del Ángel, no oculta su asombro. Es el asombro de ver que Dios, para hacerse hombre, la ha elegido precisamente a Ella, una sencilla muchacha de Nazaret, que no vive en los palacios del poder y de la riqueza, que no ha hecho cosas extraordinarias, pero que está abierta a Dios, se fía de Él, aunque no lo comprenda del todo: “He aquí la esclava el Señor, hágase en mí según tu palabra” (Lc 1,38). Dios nos sorprende siempre, rompe nuestros esquemas, pone en crisis nuestros proyectos, y nos dice: Fíate de mí, no tengas miedo, déjate sorprender, sal de ti mismo y sígueme.
Preguntémonos hoy todos nosotros si tenemos miedo de lo que el Señor pudiera pedirnos o de lo que nos está pidiendo. ¿Me dejo sorprender por Dios, como hizo María, o me cierro en mis seguridades, en mis proyectos? ¿Dejo entrar a Dios verdaderamente en mi vida? ¿Cómo le respondo?
2. En la lectura de San Pablo que hemos escuchado, el Apóstol se dirige a su discípulo Timoteo diciéndole: Acuérdate de Jesucristo; si perseveramos con Él, reinaremos con Él. Éste es el segundo punto: acordarse siempre de Cristo, perseverar en la fe: Dios nos sorprende con su amor, pero nos pide que le sigamos fielmente. Pensemos cuántas veces nos hemos entusiasmado con una cosa, con un proyecto, con una tarea, pero después, ante las primeras dificultades, hemos tirado la toalla. Y esto, desgraciadamente, sucede también con nuestras opciones fundamentales, como el matrimonio. La dificultad de ser constantes, de ser fieles a las decisiones tomadas, a los compromisos asumidos. A menudo es fácil decir “sí”, pero después no se consigue repetir este “sí” cada día.
María ha dicho su “sí” a Dios, un “sí” que ha cambiado su humilde existencia de Nazaret, pero no ha sido el único, más bien ha sido el primero de otros muchos “sí” pronunciados en su corazón tanto en los momentos gozosos como en los dolorosos; todos estos “sí” culminaron en el pronunciado bajo la Cruz. Hoy, aquí hay muchas madres; piensen hasta qué punto ha llegado la fidelidad de María a Dios: hasta ver a su Hijo único en la Cruz.
¿Soy un cristiano a ratos o soy siempre cristiano? La cultura de lo provisional, de lo relativo entra también en la vida de fe. Dios nos pide que le seamos fieles cada día, en las cosas ordinarias, y añade que, a pesar de que a veces no somos fieles, Él siempre es fiel y con su misericordia no se cansa de tendernos la mano para levantarnos, para animarnos a retomar el camino, a volver a Él y confesarle nuestra debilidad para que Él nos dé su fuerza.
3. El último punto: Dios es nuestra fuerza. Pienso en los diez leprosos del Evangelio curados por Jesús: salen a su encuentro, se detienen a lo lejos y le dicen a gritos: “Jesús, maestro, ten compasión de nosotros” (Lc 17,13). Están enfermos, necesitados de amor y de fuerza, y buscan a alguien que los cure. Y Jesús responde liberándolos a todos de su enfermedad. Llama la atención, sin embargo, que solamente uno regrese alabando a Dios a grandes gritos y dando gracias. Jesús mismo lo indica: diez han dado gritos para alcanzar la curación y uno solo ha vuelto a dar gracias a Dios a gritos y reconocer que en Él está nuestra fuerza. Saber agradecer, dar gloria a Dios por lo que hace por nosotros.
Miremos a María: después de la Anunciación, lo primero que hace es un gesto de caridad hacia su anciana pariente Isabel; y las primeras palabras que pronuncia son: “Proclama mi alma la grandeza del Señor”, el Magnificat, un cántico de alabanza y de acción de gracias a Dios no sólo por lo que ha hecho en Ella, sino por lo que ha hecho en toda la historia de salvación. Todo es don suyo; ¡Él es nuestra fuerza! ¡Decir gracias es tan fácil, y sin embargo tan difícil! ¿Cuántas veces nos decimos gracias en la familia? ¿Cuántas veces damos las gracias a quien nos ayuda, se acerca a nosotros, nos acompaña en la vida? ¡Muchas veces damos todo por descontado! Y así hacemos también con Dios.
Continuemos la Eucaristía invocando la intercesión de María para que nos ayude a dejarnos sorprender por Dios sin oponer resistencia, a ser hijos fieles cada día, a alabarlo y darle gracias porque Él es nuestra fuerza. Amén. (RC-RV)

Fuente:: News.va

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