Para ti ¿qué cosa es la esperanza? El Papa el martes
(RV).- La esperanza no es optimismo, sino “una ardiente expectativa” hacia la revelación del Hijo de Dios. Lo dijo el Papa Francisco en la Misa del martes en la Casa de Santa Marta. El Santo Padre recalcó que los cristianos deben cuidarse de clericalismos y de actitudes cómodas, ya que la esperanza cristiana es dinámica y da la vida.
¿Qué cosa es la esperanza para un cristiano? El Obispo de Roma se inspiró en las palabras de San Pablo, en la Primera Lectura, para resaltar la dimensión única de la esperanza cristiana. No se trata de optimismo, advirtió el Pontífice, sino de “una ardiente expectativa” dirigida hacia la revelación del Hijo de Dios. La creación continuó diciendo el Papa, fue “sujetada a la caducidad” y el cristiano vive la tensión entre la esperanza y la esclavitud. “La esperanza -agregó Francisco haciéndose eco de las palabras de San Pablo- no decepciona, es segura”. Sin embargo, reconoció “no es fácil entender la esperanza”. A veces, puntualizó el Santo Padre, “pensamos que ser personas de esperanza signifique ser personas optimistas”. Pero no es así :
“La esperanza no es el optimismo, no es aquella capacidad de ver las cosas con buen ánimo y seguir adelante. No, eso es optimismo, no es esperanza. Ni la esperanza es una actitud positiva frente a las cosas. Esa gente brillante, positiva… Esto es bueno, ¡eh! pero hay esperanza. No es fácil entender bien lo que es la esperanza. Se dice que es la más humilde de las tres virtudes, porque está oculta en la vida. La fe se ve, se siente, se sabe lo que es. La caridad se hace, se sabe lo que es. Pero, ¿qué es la esperanza? ¿Qué es esa actitud de la esperanza? Para acercarnos un poco, podemos decir primero que la esperanza es un riesgo, es una virtud arriesgada, es una virtud, como dice San Pablo ‘de una ardiente expectativa hacia la revelación del Hijo de Dios’. No es una ilusión”.

Tener esperanza, añadió el Pontífice, es justamente esto: “Estar en tensión hacia esta revelación, hacia esta alegría que llenará nuestra boca de sonrisas”. San Pablo, anotó luego el Papa- hace hincapié en que la esperanza no es el optimismo, “es mucho más”. Es “otra cosa diferente”. Y los primeros cristianos, recordó, “la representaban como un ancla: la esperanza era un ancla, anclada en la orilla” del más allá. Y nuestra vida es justamente caminar hacia esa ancla:
“Se me ocurre la pregunta, ¿dónde estamos anclamos nosotros, cada uno de nosotros? Estamos anclados allá en la orilla de aquel océano tan alejado o estamos anclados en una laguna artificial que hemos hecho nosotros, con nuestras normas, nuestros comportamientos, nuestros horarios, nuestros clericalismos, nuestras actitudes eclesiásticas… no eclesiales, ¿eh? ¿Estamos anclamos allí? Todos confortables y seguros, ¿eh? Aquella no es esperanza ¿Dónde está anclado mi corazón, allí en esta laguna artificial, con un comportamiento impecable de verdad …”
San Pablo, agregó el Papa, indica otro ícono de la esperanza, aquel del parto. “Estamos a la espera – observó – esto es un parto. Y la esperanza se encuentra en esta dinámica”, de “dar vida”. Sin embargo, precisó Francisco, “la primicia del Espíritu no se puede ver”. No obstante sé que “el Espíritu obra”. Obra en nosotros “como si fuese un pequeño grano de mostaza, pero lleno de vida dentro, de fuerza, que va adelante” hasta convertirse en árbol. El Espíritu obra como la levadura. Así, resaltó el Santo Padre, “el espíritu trabaja: no se ve, pero existe. Es una gracia que hay que pedir”:
“Una cosa es vivir en la esperanza, porque en la esperanza estamos salvados y otra cosa es vivir como buenos cristianos, nada más. Vivir a la espera de la revelación, o vivir bien con los mandamientos; estar anclados en la orilla del más allá, o aparcados en la laguna artificial. Pienso en María, una muchacha joven, cuando, después de haber oído que era mamá ha cambiado su actitud y va, ayuda y canta ese cántico de alabanza. Cuando una mujer se queda embarazada es mujer, pero no es solo mujer: es madre. Y la esperanza tiene algo de esto. Nos cambia la actitud: somos nosotros, pero no somos nosotros; somos nosotros, buscando allí, anclados allí.”
El Papa Francisco concluyó su homilía del martes, dirigiéndose a un grupo de sacerdotes mexicanos presentes en la misa con motivo del vigésimo quinto aniversario de su ordenación. Pidan a la Virgen, Madre de la esperanza, les dijo, que sus años “sean años de esperanza, para vivir como sacerdotes de esperanza”, “dando esperanza”. (RC-RV)

Fuente:: News.va

Leer mas http://www.news.va/es/news/para-ti-que-cosa-es-la-esperanza-el-papa-el-martes

Plasencia Pacem in terrisBajo el lema “Rehabilitar la democracia”, la Delegación de Apostolado Seglar de la diócesis de Plasencia convoca a las personas presentes en la vida pública al VI Encuentro de Cristianos en la Vida Pública. Tendrá lugar en Trujillo, el próximo 9 de noviembre, en el local de Cáritas Interparroquial (Calle Guía, 1), donde se inaugura a las 10:00 horas.

El motivo de este encuentro es la convicción de que “ante una democracia rota, otra política es posible desde la comunión”. A las 09:45 horas se hará la entrega de material y después del saludo y la oración, tendrá lugar una breve presentación de la Encíclica de Juan XXIII, Pacem in terris.

A las 11:00 horas se procederá a compartir en Asamblea distintas cuestiones:

Ver la realidad. Qué está ocurriendo que no favorece a nuestra democracia, por qué ocurren estos hechos y cómo influyen en las personas, las familias, los partidos políticos o los sindicatos.

Juzgar. Fe cristiana y acción política. Cómo hacer cultura una acción política orientada por la comunión.

Actuar. Qué retos plantea esta vivencia de la política orientada por la comunión para la acción evangelizadora. Retos para la comunidad eclesial y para los cristianos.

El VI Encuentro de Cristianos en la Vida Pública en la diócesis de Plasencia finalizará a las 14:00 horas.

(Iglesia en Plasencia – diocesisplasencia.org)

Fuente:: SIC

Leer mas http://www.agenciasic.com/2013/10/29/la-diocesis-de-plasencia-celebra-en-trujillo-el-encuentro-de-cristianos-en-la-vida-publica/

Osma-Soria consejo pastoralMons. Gerardo Melgar Viciosa, Obispo de Osma-Soria, presidió la séptima sesión plenaria del V Consejo pastoral diocesano. La reunión, que se celebró el viernes 25 de octubre, tuvo lugar en la Casa diocesana y contó con la presencia de una treintena de miembros.

Tras la oración al comienzo de la Sesión, Mons. Melgar Viciosa saludó a los asistentes y les animó “en la preciosa tarea que tenemos entre manos”, al tiempo que indicó algunas claves generales para el trabajo pastoral durante este Curso 2013/2014 “en el que tenemos que seguir trabajando y culminar con ilusión la Misión diocesana”. Acto seguido, se procedió a la elección de un nuevo miembro para la Permanente del Consejo por el cese de José Ignacio SanJuan Sancha, anterior delegado episcopal de infancia y juventud; José Damián Ferrero, delegado de cofradías, fue elegido.

El Vicario episcopal de pastoral, Ángel Hernández Ayllón, realizó un detallado informe de la segunda fase de la Misión diocesana y explicó las actividades de la tercera fase para este 2013/2014. Asímismo, informó sobre el trabajo que va a realizar la Vicaría y la Delegación episcopal de liturgia con los agentes que animan las celebraciones en espera de presbítero a quienes se formará para poder desempeñar mejor su tarea.

Finalmente, Hernández Ayllón detalló algunos aspectos sobre la Escuela diocesana de formación de laicos.

Fuente:: SIC

Leer mas http://www.agenciasic.com/2013/10/29/nueva-reunion-del-consejo-pastoral-diocesano-de-osma-soria/

Familia cristiana: Es levaduraMons. Braulio Rodríguez     En las celebraciones del Año de la Fe, los días 26 y 27 de octubre se centran en el encuentro de las familias con el Papa. Acontecimiento esperado y en el que habrá sin duda sorpresas que deparará el Papa Francisco, como ha ocurrido cuando se ha encontrado con seminaristas y miembros de la vida consagrada en formación, con catequistas, con cofradías y piedad popular, etc. Comienza, además, a haber expectación porque el Santo Padre ha anunciado un Sínodo extraordinario sobre la familia para octubre de 2014. Dejando para 2014 lo que acontezca en ese Sínodo sobre la familia, es bonito que toda la Iglesia vuelva a reflexionar en este Año de la Fe, poniendo de relieve el matrimonio y la familia, institución fundamental para la humanidad.

¡Cuánto hemos dicho y escuchado sobre la familia desde la Gaudium et Spes, y la Familiaris Consortio! Juan Pablo II y sus Catequesis, Benedicto XVI y sus Jornadas Mundiales en Valencia 2006 y Milán 2012, los documentos de la Conferencia Episcopal Española (¡magníficos!) han sido alternativas a un pensamiento débil sobre la familia en todos estos años, que es exponente de una cultura dominante que no define la familia, la manipula según un laicismo imperante cuyas consecuencias peores son el aborto, el divorcio exprés y la permisividad en la eutanasia, la manipulación de embriones y una estrategia de educación afectiva que para nada tiene en cuenta el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus criterios morales, no los del Estado o partido en el gobierno; pero que sí se atiene, y de qué manera, a los postulados nefastos de la ideología de género.

No hace muchos días que le referían al Papa Francisco, en una entrevista o intercambio con un famoso periodista no creyente, el dato de que los cristianos somos una minoría, puesto que en Italia, por ejemplo, los católicos practicantes apenas llegan a un 20%. Se puede aceptar que, aunque somos el grupo religiosos mayor del planeta, somos una minoría. Ahora bien, viene a decir el Papa, esa minoría francamente no deja de ser una fuerza. Pero, para ello, debemos ser una levadura de vida y de amor y la levadura es una cantidad infinitamente más pequeña de la masa de los frutos, de las flores y de los árboles que de esa levadura nace. Por ello, nuestro objetivo, como católicos, nunca es un proselitismo sino una escucha de las necesidades, de los deseos, de las desilusiones, de la desesperación de la esperanza de las familias del mundo.

El Papa repite que debemos dar esperanza a los jóvenes, ayudar a los mayores, abrirse al futuro, difundir el amor. Pobres entre los pobres, abiertos a curar las llagas de la humanidad. Tanto los que estén en Roma esos días 26-27 de octubre, como los que os sintáis en sintonía con el tipo de familia que surge del Evangelio y de amor a Jesucristo, esperamos con alegría cuando aquí suceda, porque nos ayudará a, sin ser ingenuos, vivir de modo gratuito, agradecidos lo que os ha tocado vivir: ser matrimonios y familias cristianas sin complejos, abiertos a la vida y a ayudar a otros matrimonios a ser esa comunidad de vida y amor que no tiene sucedáneos.

Os invito a que descubráis cuánto se está haciendo de bien en el ámbito de la pastoral de la familia y de la vida en nuestra Iglesia toledana, cuántas familias están implicadas no sólo en vivir bien su matrimonio y su función como padres, madres, hijos y otros miembros de la familia, sino cuánto se está programando y llevando a cabo en toda la Diócesis en favor de una familia cristiana: Escuelas de Familia, Centros de Orientación familiar, preparación al matrimonio para los novios, equipos de matrimonios en movimientos familiaristas o en grupos parroquiales, el empeño en prepararse bien para conseguir una buena educación afectivo-sexual desde niños, adolescentes y jóvenes, y aún padres ya con años de casados, afrontando el reto de la enseñanza de un tipo de sexualidad banal reductiva y centrada únicamente en fuente de lo placentero, sin tener en cuenta al otro. Son muchos y gente de gran valía y están en medio de esta sociedad toledana. Con otras muchas familias de la Iglesia universal ese fin de semana gozarán de un encuentro que sin duda llenará de ilusión su vida. Y no faltarán los hijos con sus padres.

X Braulio Rodríguez Plaza

Arzobispo de Toledo

Primado de España

?@BraulioRdriguez

Fuente:: Mons. Braulio Rodríguez

Leer mas http://www.agenciasic.com/2013/10/29/familia-cristiana-es-levadura/

Mons. Juan José AsenjoMons. Juan José Asenjo      Queridos hermanos y hermanas: El próximo viernes, 1 de noviembre, celebraremos la solemnidad de Todos los Santos. Ya en los primeros siglos del cristianismo se celebraba una fiesta en honor de los mártires anónimos, cuyos nombres no figuraban en las actas martiriales.

Esta celebración adquiere mayor relevancia a principios del siglo VII, cuando el Papa Bonifacio IV traslada las reliquias de los mártires desde las Catacumbas a la basílica de Santa María de los Mártires, en el célebre Panteón romano. Por fin, en el año 835, el Papa Gregorio IV extiende esta conmemoración a todos los Santos y fija como fecha de su celebración el día 1 de noviembre.

El próximo día 1celebraremos en una misma fiesta los méritos de todos los Santos. Honraremos a aquellos hermanos nuestros cuya santidad heroica ha sido reconocida oficialmente por la Iglesia y tienen un puesto en el calendario litúrgico. Pero honraremos especialmente a quienes no tienen ese privilegio, aquellos que de forma anónima, desde la sencillez de una vida poco significativa a los ojos del mundo, en la familia, el trabajo, la vida sacerdotal o religiosa han hecho de su vida una hermosa sinfonía de fidelidad al Señor y entrega a los hermanos, viviendo el ideal de las Bienaventuranzas. Todos ellos constituyen una ”muchedumbre inmensa que nadie puede contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas”, que está ”en pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos” (Apoc 7,9). Entre ellos, es seguro que todos contamos con familiares y amigos.

En la solemnidad de Todos los Santos, os invito a dar gracias a Dios por ”los frutos de santidad madurados en la vida de tantos hombres y mujeres que en cada generación y en cada época histórica han sabido acoger sin reservas el don de la Redención” (TMA 32). Él es en definitiva el origen y causa de su santidad, fruto de la bondad y de la fidelidad de Dios. Este es el caso también de tantos cristianos sencillos y anónimos, en cuyas vidas se manifiesta el triunfo de la gracia sobre la fragilidad humana. Por ello, en esta fiesta damos honra y gloria a Cristo,  ”corona de los mártires, de las vírgenes y de los confesores” y, por Él, al Padre que es ”admirable siempre en sus santos”.

La solemnidad de Todos los Santos es una invitación a la alegría desbordante al contemplar la ciudad santa, la nueva Jerusalén, en la que eternamente alaba a Dios la asamblea festiva de todos los Santos nuestros hermanos. Unidos a ellos por los vínculos de una comunión invisible pero real, su triunfo es nuestro triunfo y su victoria es ya en esperanza nuestra victoria. Ellos nos muestran el espléndido destino que nos aguarda y al que nos encaminamos alegres, guiados por la fe y gozosos por la gloria de los mejores hijos de la Iglesia, como cantaremos en  el prefacio de esta solemnidad. El poeta Luis Rosales, cuya figura de rodillas rezando el Rosario ante el cadáver de su amigo Dámaso Alonso, impresionó a tantos, en una de sus obras más conocidas, tiene un hermosísimo poema titulado La casa encendida. Lo escribe al regresar una noche a su casa de Madrid. En él da gracias a Dios por el don de su familia. ”¿Quién te cuida?” se pregunta el poeta. Y él mismo se responde: ”Y al mirar hacia arriba, vi iluminadas, obradoras, radiantes, estelares, las ventanas –sí, todas las ventanas-. Gracias, Señor, la casa está encendida”.

También nosotros, queridos hermanos y hermanas, como el poeta, damos gracias a Dios por ser sus hijos, por tener una familia, los Santos, por tener un hogar en el que vivimos comunitariamente nuestra fe, por tener una casa encendida, nuestra Iglesia, alumbrada por millones de ventanas, iluminadas, obradoras, radiantes y estelares. Esas luminarias son los Santos, nuestros hermanos, cuyo triunfo nos hace experimentar anticipadamente el gozo de la posesión de Dios, cuya plenitud llegará cuando lo veamos ”tal cual es”. Mientras tanto, ellos nos estimulan con su ejemplo y nos ayudan con su intercesión.

La celebración de la solemnidad de Todos los Santos nos sitúa en el  corazón de la Iglesia. La santidad pertenece a su esencia más íntima. Por ello, todos estamos llamados a la santidad. ”La Iglesia necesita hoy -escribió Pablo VI- el paso de los santos; pero santos de lo cotidiano”, hombres y mujeres, jóvenes y adultos, padres y madres de familia, santos de lo sencillo, que encuentran su camino de santificación en la oración y la escucha de la Palabra de Dios, en la participación en los sacramentos, en el trabajo, la educación de sus hijos, la identificación de la propia voluntad con el querer de Dios, y en la ofrenda de la propia vida, abierta a las necesidades de los que sufren y comprometida en el apostolado y en la construcción de la nueva civilización del amor. A todo ello nos invitan los Santos, nuestros hermanos.

Para todos, mi saludo fraterno y mi bendición.

+ Juan José Asenjo Pelegrina

Arzobispo de Sevilla

Fuente:: Mons. Juan José Asenjo

Leer mas http://www.agenciasic.com/2013/10/29/los-santos-nuestros-hermanos-2/

eusebiohernandezobtarazonaMons. Eusebio Hernández      Queridos hermanos y amigos:

En estos tres últimos domingos hemos escuchado en el Evangelio de San Lucas lo que podríamos llamar tres catequesis sobre la oración cristiana.

Oración de acción de gracias.

El día 13 de octubre se proclamaba el pasaje de los diez leprosos que piden a Jesús su curación (Lc 17, 11-19); comienza el texto presentándonos la súplica confiada que los leprosos le hacen a Jesús: Jesús, maestro, ten compasión de nosotros. Es el grito de quien sufre y con confianza acude a quien es “maestro” para que desde su compasión los cure.

En momentos de dificultad o de sufrimiento es la oración que muchas veces hemos podido elevar al Señor y, a la vez, hemos podido contemplar como Él ha atendido nuestra súplica. Este pasaje nos hace reflexionar sobre nuestro agradecimiento, nuestra acción de gracias, nuestra alabanza por lo que el Señor ha hecho con nosotros. De aquellos diez leprosos que habían sido curados sólo uno de ellos vuelve a agradecer lo que el Señor había hecho con él.

Nuestra oración debe ser también de acción de gracias. El cristiano debe reconocer los dones que recibe de Dios, nuestra mirada sobre lo que somos y tenemos tiene que ser siempre positiva y sobre todo agradecida.

Oración insistente.

El domingo pasado escuchábamos la parábola conocida como de la “viuda inoportuna”, una mujer que ante la injusticia que sufría no dudaba ni cesaba de pedirle al juez que le hiciera justicia. El mismo evangelista nos dice que esta parábola es propuesta por Jesús para que los discípulos supieran que tenían que orar siempre sin desfallecer.

La insistencia de esta mujer consigue aquello que busca, más aún, lo consigue ante un juez que es injusto y que como dice el texto del Evangelio: ni teme a Dios ni le importan los hombres, es decir, un hombre que no tiene escrúpulos y que se desentiende de los demás.

Si un juez injusto presta atención a una viuda insistente, ¡Cuánto más prestará Dios atención a quien es su hijo! Si el juez es injusto, Dios es un padre justo; si al juez no le importan los hombres, Dios es el Dios con nosotros que no se desentiende de los problemas y dificultades de nosotros.

Oración humilde.

Este domingo el Evangelio (Lc 18, 9-14) nos da una nueva nota característica de la oración cristiana: la humildad. El publicano, un hombre que era considerado despreciable por su colaboración con el opresor romano, se presenta avergonzado e indigno en el templo, sólo se atreve a situarse cerca de la puerta para no ser visto en su osadía de mezclarse con los que cumplen la ley.

El fariseo, un hombre religioso y cumplidor, se sitúa ante Dios como el que tiene derecho a ser escuchado y atendido ya que cumple con las normas de la ley. Mientras el publicano sólo puede reconocer que es un pecador, el fariseo presenta ante Dios sus logros cumpliendo la ley y los mandamientos.

Pero el evangelista nos dice que la oración que fue escuchada es la de aquel publicano que sin pretensiones se presentó ante Dios.

Debemos recuperar la oración en nuestra vida, estos tres domingos nos ayudan a profundizar en lo que debe ser una realidad presente en nuestras vidas. Al inicio de este curso San Lucas nos indica el camino de una oración cristiana que debe ser siempre acción de gracias, constante y humilde.

Con afecto os saludo y os bendigo.

+ Eusebio Hernández Sola, OAR

Obispo de Tarazona

Fuente:: Mons. Eusebio Hernández Sola

Leer mas http://www.agenciasic.com/2013/10/29/tres-rasgos-de-la-oracion-cristiana-agradecimiento-insistencia-y-humildad/

Mons. Vicente Jiménez ZamoraMons. Vicente Jiménez     El día 24 de octubre hemos celebrado la memoria litúrgica de San Antonio María Claret, obispo y fundador. Nació en Sallent (Diócesis de Vich, en Cataluña), el año 1807. Murió en la abadía cisterciense de Fontfroide (Languedoc), el 24 de octubre de 1870. Es el Fundador de los Hijos del Corazón Inmaculado de María, Claretianos.

Él mismo, en su autobiografía dice: “Me pusieron por nombre Antonio Adyutorio Juan; pero yo, después, añadí el dulcísimo nombre de María, porque María Santísima es mi Madre, mi Madrina, mi Maestra y mi todo, después de Jesús”.

El Papa Pío XII, el 7 de mayo del año 1950, al canonizar a San Antonio María Claret hacía de él la siguiente semblanza: “Alma grande, nacida como para ensamblar contrastes; pudo ser humilde de origen y glorioso a los ojos del mundo; pequeño de cuerpo, pero de espíritu gigante; de apariencia modesta, pero capaz de imponer respeto incluso a los grandes de la tierra; fuerte de carácter, pero con la suave dulzura de quien conoce el freno de la austeridad y de la penitencia; siempre en presencia de Dios, aun en medio de su prodigiosa actividad exterior; calumniado y admirado, festejado y perseguido. Y entre tantas maravillas, como luz suave que todo lo ilumina, su devoción a la Divina Madre…”

En San Antonio María Claret debemos admirar dos facetas de permanente actualidad: su caridad misionera y su valor apostólico.

La caridad misionera de Claret brilló desde los primeros años de sacerdote, cuando abandonó su ministerio parroquial en Villadrau para seguir la vocación misionera, recorriendo Cataluña y las islas Canarias, y durante la presidencia del seminario de El Escorial, componiendo obras literarias relativas a su actividad. Fundó la
librería religiosa, que desempeñó una actividad extraordinaria en la difusión de libros e impresos; y también la Academia de San Miguel, para artistas y literatos.

Estuvo dotado también de un gran valor apostólico, en un tiempo en el que la Iglesia sufría no pocas hostilidades por parte de las corrientes políticas, especialmente del partido liberal de entonces, que le obligó a abandonar El Escorial; y luego en Cuba, por parte de los nacionalistas cubanos.

La actualidad de este maestro espiritual, que con su obra maestra El camino recto acercó la práctica evangélica y apostólica a todos los estados de vida, está en aprender de él esta promoción de la espiritualidad de los laicos y de la vida consagrada, como ha recomendado el Concilio Vaticano II.

+ Vicente Jiménez Zamora

Obispo de Santander

Fuente:: Mons. Vicente Jiménez Zamora

Leer mas http://www.agenciasic.com/2013/10/29/la-santidad-en-la-persona-de-un-obispo-y-fundador-san-antonio-maria-claret/

Ramón del HoyoMons. Ramón del Hoyo     Queridos fieles diocesanos:

 1. Al abrirse el mes de noviembre los cristianos acostumbrados a recordar y orar, de una forma especial, por los fieles difuntos. Repasamos sus nombres y sus vidas, visitamos sus tumbas y, junto a nuestra oración, depositamos unas flores como expresión de amor y cariño.
 Los cristianos tenemos así una ocasión muy propicia para pensar serenamente en que el tema de la muerte nos interesa y nos afecta. Por mucho que se trate en convertir el hecho de la muerte en un especie de “tabú” prohibido en círculos de nuestra sociedad, sin embargo, la persona, aún de forma inconsciente, busca algo en qué esperar, porque su vocación es ser inmortal.
 Se teme a la muerte, porque se tiene miedo a la nada. No podemos aceptar que todo lo realizado durante el recorrido de la vida se borre y caiga en el abismo de la nada. Existe, además, la percepción de la existencia de un juicio sobre nuestras acciones, sobre cómo hemos gastado nuestra vida y tratamos de dejar limpia nuestra conciencia. En cierto sentido el afecto y oraciones con las que rodeamos a nuestros difuntos son como un modo de protegerlos para que sus equivocados pasos en la vida queden sin efecto y, sus obras buenas, prevalezcan.
 2. En la Homilía que pronunció Su Santidad Benedicto XVI en el funeral por el Cardenal Spidik, año 2010, hizo referencia a estas últimas palabras del difunto: “Durante toda la vida he buscado el rostro de Jesús, y ahora estoy feliz y sereno, porque me voy a verlo”. Esta es la verdadera respuesta de un cristiano ante la muerte.
Coincide este deseo expresado por el Cardenal con la oración de Cristo, cuando dijo: “Padre, los que tú me has dado, quiero que donde yo esté estén también conmigo, para que contemplen mi gloria, la que me has dado” (Jn 17,24).
 Pensemos que estas palabras de Jesús no son un mero deseo, una aspiración, sino que expresan su voluntad que siempre tiene cumplimiento. Nuestro fundamento seguro para creer y esperar radican en esta voluntad de Cristo precisamente. De hecho esta su voluntad coincide con la de Dios Padre y la obra del Espíritu Santo, lo que nos conduce a ese abrazo dulce y seguro de nuestra futura vida eterna.
Sabemos que Dios se hizo hombre cercano a nosotros. Y entró en nuestra vida y en nuestra historia. Él nos dice y asegura: “Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre”(Jn 11, 25-26).
 3. La respuesta del cristiano ante la muerte es mirarla con fundada esperanza desde nuestra fe, que se apoya en la muerte y resurrección de Jesucristo. Con el paso de la muerte se abre la vida eterna que “no es un duplicado infinito del tiempo presente, sino algo completamente nuevo: una relación de comunión plena con el Dios vivo, estar en sus manos, en su amor, y transformarnos en Él en una sola cosa con todos los hermanos y hermanas que El ha creado y redimido, con toda la creación” (BENEDICTO XVI,Homilía en sufragio de los cardenales y obispos fallecidos durante el año, 3-11-2012).
 En nuestro recorrido por esta vida no faltan dificultades y problemas. Pasamos por situaciones de dolor y sufrimiento, por momentos difíciles de comprender y aceptar. Todo alcanza un gran valor, dese la perspectiva de nuestra futura vida eterna, si las acogemos con paciencia y acertamos a unirlas a la Cruz de Cristo. Asociados a su Pasión, podemos lograr que nuestra existencia toda sea muy fecunda, en cualquier momento de su recorrido, como ofrenda agradable a Dios.
Como nos recuerda también la Sagrada liturgia: “La vida de los que en Ti creemos, Señor, no termina, se transforma, y al deshacerse nuestra morara terrenal, adquirimos una mansión eterna en el cielo” (Prefacio de difuntos).
¡Descansen en paz. Amén!
  Os saluda en el Señor.
+ Ramón del Hoyo López,
Obispo de Jaén

Fuente:: Mons. Ramón del Hoyo

Leer mas http://www.agenciasic.com/2013/10/29/evangelizar-la-realidad-de-la-muerte-en-el-ano-de-la-fe/

creo en tiTres días han durado las Jornadas de Pastoral Juvenil Vocacional que un año más ha organizado la Conferencia Española de Religiosos y que este año giraban en torno al lema “Creo en Ti”. Las jornadas se desarrollaron en el salón de actos del Colegio de Nuestra Señora del Recuerdo de Madrid.

Tras la bienvenida del Presidente de CONFER, el P. Elías Royón, Cristina Menéndez de ADSIS realizó una presentación de la realidad de los jóvenes en la actualidad y cuáles son sus creencias.

Después, el sacerdote diocesano de Madrid Luis González-Carvajal habló sobre “Proponer la fe a los jóvenes: acentos y subrayados”. En su exposición, habló de siete reglas para proponer la fe a los jóvenes: la importancia de “hablar en cristiano, de que nuestro lenguaje lo entiendan los jóvenes, cuidar lo que se dice sin palabras, los gestos, la imagen que damos. Hay que devolver la novedad a las verdades de la fe, no puede ser que nuestro mensaje no se perciba como Buena Noticia. Hay que prestar atención a la cultura de los jóvenes, jerarquizar los contenidos de la fe y éstos deben llevar a una experiencia de Dios que no hay que saberla, sino saborearla”.

El sábado por la mañana comenzó la jornada con la ponencia del salesiano Jesús Rojano sobre la Nueva Evangelización, quién ofreció herramientas a través del cine para acercar la fe a los jóvenes. La mañana finalizó con la ponencia de Carmen Román y Mariela Martínez que hablaron de la vocación y se plantearon los signos que ofrecemos a los jóvenes. “Dios no necesita un gran número de personas para llevar a cabo su proyecto, necesita gente que de testimonio”.

Por la tarde, llegó la frescura y el turno de que los jóvenes tuvieran la palabra junto con el Obispo de Ciudad Rodrigo, Mons. Raúl Berzosa quién contestó a las preguntas que le fueron haciendo los jóvenes, en una tertulia “de andar por casa”. Desde el Juicio Final, los bienes de la Iglesia hasta la sexualidad o la falta de empatía de los pastores, se fueron abordando los diferentes temas que preocupan a los jóvenes católicos de hoy.

La jornada de sábado finalizó con el concierto del salesiano Jota Llorente.

El domingo por la mañana fue Carles Such, escolapio, el encargado de concluir las Jornadas con su ponencia “Cómo proponer la fe a los jóvenes de hoy”. Ironía, sentido del humor y lucidez para hablar sobre el hoy de los jóvenes, y los cómos, las formas de llegar a ellos. Para ello, según el sacerdote escolapio, es fundamental releer e integrar el Concilio Vaticano II.

(CONFER)

Fuente:: SIC

Leer mas http://www.agenciasic.com/2013/10/29/la-gran-participacion-marca-la-jornadas-de-pastoral-juvenil-vocacional-de-confer/

Ciudad Real Jubileo herenciaCornetas y tambores sonaban en Herencia, a las ocho de la mañana del pasado domingo día 27 de octubre, para alegrar un día festivo por la apertura del Año Jubilar herenciano que arrancaba con la celebración de la Eucaristía presidida por el Obispo de Ciudad Real, Mons. Antonio Algora.
 
 
Con el toque de cornetas y tambores por todo el pueblo de Herencia, las distintas bandas de las cofracías de Pasión se unían a la celebración de un Año Jubilar que estaba a punto de comenzar. Las campanas de las Iglesias anunciaban también a todos que el templo parroquial cumplía, este 27 de octubre, trescientos años. A media mañana, el pueblo de Herencia salió a la calle tras el Señor, en una procesión extraordinaria con el Santísimo, que salió de la iglesia de los Padres Mercedarios y concluyó en el lugar donde se encontraba la antigua iglesia que precedió al templo parroquial actual. Durante el recorrido, el Señor fue adorado en distintos altares que prepararon las hermandades de Pasión de Herencia. A la una de la tarde, tras el rezo de la hora Sexta, se descubrió un monumento con la imagen de la Inmaculada, enterrando a sus pies una “caja del tiempo”, con documentos actuales y que solo podrá ser abierta dentro de 300 años. Tras estos actos, a las cinco de la tarde, Mons. Antonio Algora, Obispo de Ciudad Real, llamaba a la puerta del sol (puerta jubilar) golpeándola con el báculo, abriendo todo un año de celebraciones en la villa manchega. Tras pasar todos los fieles al templo, el obispo presidió la Eucaristía, insistiendo a la comunidad parroquial en la llamada del Jubileo a ayudar a los más necesitados. 
 
300 años de historiaEn 1713, el párroco de Herencia escribía en el margen del libro de bautismos: “se mudó el Santísimo a esta iglesia el día 27 de octubre, día de San Simón y San Judas, año 1713, siendo prior de dicha parroquia Fray Juan Garrido y Peñasco y su teniente, el bachiller don Pedro Berni; y sacristanes Juan Francisco Rodado y Alejandro García Salmerón”. Se inauguraba así el templo parroquial que, desde entonces, guarda al Señor entre sus muros, para la oración de todos los herencianos.

Fuente:: SIC

Leer mas http://www.agenciasic.com/2013/10/29/el-obispo-de-ciudad-real-preside-la-apertura-del-ano-jubilar-en-herencia/