Río de Janeiro (Jueves, 19-12-2013, Gaudium Press) Son tantas las situaciones de calamidad, y sin embargo, la solidaridad fraterna nos demuestra con clareza que en todos podemos minimizar las dificultades y sufrimientos. Fue lo que dijo el Arzobispo de Río de Janeiro, Mons. Orani João Tempesta, en su más reciente artículo.
De acuerdo con el prelado, para vivir en 2014 el Año Arquidiocesano de la Caridad, conforme el Plan de Pastoral arquidiocesano, precisamos atender el pedido hecho por el Papa Francisco, en su visita a la comunidad de Varginha, durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), cuando él dio «el auténtico significado del año en que estaremos celebrando».
«La caridad cristiana, que no debe tener límites, es una fuerza tan grande que no teme enfrentar y vencer las barreras», enfatizó.
Para Mons. Orani, la Navidad no es apenas una fecha o un puro y simple recuerdo. «La Navidad es un acontecimiento, cuando renovamos en nuestras vidas la presencia de Aquel que nació para nuestra salvación: Jesús, el Cristo Señor».
«La Navidad no puede ser reducida a las compras, a las fiestas de confraternización. La Navidad es tiempo de apertura de nuestro corazón para Cristo, que por ternura y amor, vino a hacer morada en nuestro medio».
Preparar la Navidad nos enseña a rezar, según el Arzobispo, pues la Novena de Navidad tiene también este sentido educativo en la Fe, por el hecho de que ella nos enseña a «percibir que el corazón repleto de Dios siempre establece relaciones profundas entre las personas, relaciones de compartir y de anuncio del Evangelio, irradiando la bondad, la caridad y la solidaridad».
Sobre el asunto familia, Mons. Orani cree que la comunión entre los familiares, unidos rezando la Novena de Navidad, «testimonia la caridad y la bondad».
«No vamos a desanimarnos con las dificultades de la vida familiar. Delante del pesebre, que no debería faltar en nuestras casas, pidamos al Niño Jesús que proteja nuestras familias, las que son amenazadas por la violencia y por las dificultades cotidianas. Recemos para que sean curadas las decepciones y concluidos los desacuerdos. Recemos para que aquellas familias que todavía no recibieron la bendición sacramental, a ejemplo de la Sagrada Familia, sean tocadas por el camino nuevo de la bendición nupcial, buscando al padre de su parroquia y regularizando su situación».
Todavía conforme el prelado, la familia evangelizada es como una «institución sacramental enviada a evangelizar aquellos que aún no conocen a Cristo».
Sobre la Novena de Navidad, Mons. Orani resaltó que ella debe tener su gesto concreto, pues «la caridad que enviada para la Iglesia se hará llegar a los más necesitados».
Al final, el Arzobispo aconsejó: «Dentro de las celebraciones de la novena, querido hermano y querida hermana, no se olvide de buscar una buena confesión, que nos ayuda, por el perdón de nuestros pecados, a ir al encuentro de Jesús». (LMI)
De la redacción, con informaciones Arquidiócesis de Río de Janeiro.
Fuente:: Gaudium Press