bambini jesuEl Papa Francisco centró sus palabras previas al rezo del Ángelus de ayer en la celebración litúrgica del domingo Gaudete, correspondiente al tercer domingo de Adviento, en la que la liturgia llama a la alegría a los fieles por la ya próxima llegada del Salvador. En esta línea el Santo Padre subrayó que ¡la Iglesia no es un refugio para personas tristes, la Iglesia es la casa de la alegría! Y aquellos que están tristes, encuentran en ella la alegría. Encuentran en ella la verdadera alegría”. Una alegría que, como señaló el Papa no es “una alegría cualquiera. Encuentra su razón en el saberse acogidos y amados por Dios”

Asimismo, el papa Francisco cumplió con la tradición de bendecir las imágenes del Niño Dios – los Bambinelli – , después del rezo a la Madre de Dios y del responso por los difuntos. Una costumbre que fue inaugurada por Pablo VI en diciembre de 1969. Desde entonces los pequeños y pequeñas del Centro Oratorios Romanos, llevan a la Plaza de San Pedro, para que el Obispo de Roma las bendiga y luego colocarlas en los pesebres de sus hogares.

Texto completo de la Alocución del Papa antes del Ángelus

 «Queridos hermanos y hermanas:

Hoy es el tercer domingo de Adviento, denominado también ‘domingo Gaudete’, domingo de la alegría. En la liturgia resuena en repetidas ocasiones la invitación a la alegría, a alegrarse, porque el Señor está cerca. ¡La Navidad está cerca! El mensaje cristiano se llama “evangelio”, es decir “buena noticia”, un anuncio de alegría para todo el pueblo; ¡la Iglesia no es un refugio para personas tristes, la Iglesia es la casa de la alegría! Y aquellos que están tristes, encuentran en ella la alegría. Encuentran en ella la verdadera alegría.

Pero la del Evangelio no es una alegría cualquiera. Encuentra su razón en el saberse acogidos y amados por Dios. Como nos recuerda hoy, el profeta Isaías (cf. 35,1-6ª. 8a.10), Dios es el que viene a salvarnos y presta socorro especialmente a los descorazonados. Su venida entre nosotros nos fortalece, nos da firmeza, nos dona coraje, hace exultar y florecer el desierto y la estepa, es decir, nuestra vida cuando se vuelve árida. ¿Y cuándo se hace árida nuestra vida? Cuando está sin el agua de la Palabra de Dios y de su Espíritu de amor. Por grandes que puedan ser nuestros límites y nuestra confusión y desaliento, no se nos permite ser débiles y vacilantes ante las dificultades y ante nuestras propias debilidades.

Por el contrario, se nos invita a fortalecer nuestras manos, a hacer firmes nuestras rodillas, a tener coraje y a no temer, porque nuestro Dios muestra siempre la grandeza de su misericordia. Él nos da la fuerza para ir adelante. Él está siempre con nosotros para ayudarnos a ir adelante. ¡Es un Dios que nos quiere tanto, nos ama, y por eso está con nosotros, para ayudarnos, para fortalecernos, e ir adelante! ¡Coraje, siempre adelante!
Gracias a su ayuda, siempre podemos empezar de nuevo. ¿Cómo comenzar de nuevo? Alguno me puede decir: “No padre, soy un gran pecador, soy una gran pecadora, yo no puedo recomenzar de nuevo”. ¡Te equivocas! ¡Tú puedes recomenzar de nuevo! ¿Por qué? ¡Porque Él te espera! ¡Él está cerca de ti! ¡Él te ama! ¡Él es misericordioso! ¡Él te perdona! ¡Él te da la fuerza de recomenzar de nuevo! ¡A todos! Podemos volver a abrir los ojos, superar la tristeza y el llanto, y cantar un canto nuevo.

Y esta alegría verdadera permanece siempre también en la prueba, incluso en el sufrimiento, porque no es superficial, sino que llega a lo más profundo de la persona que se encomienda a Dios y confía en Él.

La alegría cristiana, como la esperanza, tiene su fundamento en la fidelidad de Dios, en la certeza de que Él mantiene siempre sus promesas. El profeta Isaías exhorta a aquellos que han perdido el camino y se encuentran en la desesperación, a confiar en la fidelidad del Señor porque su salvación no tardará en irrumpir en sus vidas. Cuantos han encontrado a Jesús, a lo largo del camino, experimentan en el corazón una serenidad y una alegría, de la que nada ni nadie puede privarlos.

¡Nuestra alegría es Cristo, su amor fiel e inagotable! Por lo tanto, cuando un cristiano se vuelve triste, quiere decir que se ha alejado de Jesús. ¡Pero entonces no hay que dejarlo solo! Tenemos que rezar por él y hacerle sentir la calidez de la comunidad.

Que la Virgen María nos ayude a acelerar nuestros pasos hacia Belén para encontrar al Niño que ha nacido para nosotros, para la salvación y la alegría de todos los hombres. A Ella el Ángel le dijo: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo” (Lc 1, 28 ). Ella nos obtenga vivir la alegría del Evangelio en las familias, en el trabajo, en las parroquias y en todos los ambientes. ¡Una alegría íntima, hecha de estupor y ternura. La misma que siente una mamá cuando mira a su niño recién nacido y siente que es un don de Dios, un milagro que sólo puede agradecer!

(RV/ Agencia SIC)

Fuente:: SIC

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ApostoladoSeglarLa Delegación de Apostolado Seglar de la Diócesis de Guadix organizó una Jornada de Apostolado Seglar el domingo 15 de diciembre. Fue un encuentro formativo y de convivencia entre seglares y miembros de los distintos movimientos apostólicos diocesanos.

La jornada comenzó con una oración en la capilla de la Casa de Espiritualidad. Tras el canto inicial, se leyó  el salmo 1, un texto del profeta Isaías, y se hicieron de manera espontánea diversas peticiones a Dios.

A continuación, tuvo  lugar una interesante charla sobre el decreto acerca del apostolado de los laicos (Apostolicam Actuositaten)  del Concilio Vaticano II.

La ponente Maribel Sancho, teresiana y misionera durante 20 años en el Congo, expuso,  de manera sencilla y profunda, la teología del Concilio Ecuménico con respecto al papel de los laicos dentro de la Iglesia.

En palabras suyas, “el Concilio Vaticano II supuso una nueva reflexión de la Iglesia consigo misma y es ahí donde el laicado encontraba su identidad”. “La Iglesia deja de verse como una sociedad perfecta y desigual y se define como Pueblo de Dios. Y es aquí donde radica la revolución, pues se afirma la igualdad entre los bautizados alejándose de la concepción de una iglesia jerárquica y clerical”.

Tras un descanso, los participantes, formando ocho grupos, trabajaron  unos cuestionarios ofrecidos  por la propia ponente, que después fueron compartidos en una puesta en común.

El encuentro fue clausurado con la celebración de la Eucaristía, presidida por el Obispo de Guadix, Mons. García Beltrán. Fue una jornada cuyo compromiso ha sido  el de continuar con este tipo de encuentros y mantener la formación de laicos, así como la participación en la Vigilia de Pentecostés, que en esta ocasión será en Huéneja.

El Delegado de Apostolado Seglar, José María Tortosa, manifestó su satisfacción y alegría por la jornada celebrada  y agradeció  la presencia de Familia y Vida, grupo de matrimonios de Baza, Asociación de la Medalla Milagrosa, Secretariado de Juventud, Institución Teresiana, Cooperadores Seglares del Divino Maestro, Comunidades Neocatecumenales de Purullena, Vida Ascendente, Movimiento de Cursillos de Cristiandad, Manos Unidad, Adoración Nocturna, Tercera Orden Franciscana, y catequistas laicos venidos de distintas parroquias de la Diócesis.

Fuente:: SIC

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Trujillo (Lunes, 16-12-2013, Gaudium Press) Con cánticos y expresiones de devoción mariana, fieles de la Arquidiócesis de Trujillo y de otras diócesis peruanas -se calculan unos 15 mil-, celebraron el pasado domingo 15 de diciembre a la Patrona del Norte de Perú y Reina de la Paz Mundial: La Inmaculada Virgen de la Puerta de Otuzco.

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Foto: Arquidiócesis de Trujillo.

La celebración, que estuvo antecedida de la Novena en honor a Nuestra Señora, tuvo lugar en el Santuario de la Inmaculada Concepción, donde a las 11:00 de la mañana se llevó a cabo una solemne celebración Eucarística que presidió Mons. Miguel Cabrejos Vidarte, Arzobispo de Trujillo, y fue concelebrada por los sacerdotes de la Vicaría la Sierra de la Arquidiócesis de Trujillo.

Durante la homilía de la Santa Misa, el prelado llamó a los fieles para que la fe «sea creadora y conquistadora», recordando que la fe permanece viva solo si esta se comunica.

Tras la Eucaristía, y en el interior del santuario mariano, ocurrió la veneración de Nuestra Señora por parte de los fieles, evento que se extendió alrededor de las 3:00 de la tarde, cuando se llevó a cabo la tradicional y solemne procesión con la imagen de la Inmaculada Virgen por las principales calles de Otuzco, ocasión donde Nuestra Señora recibió tributos de parte de los fieles de la ciudad y de los peregrinos.

Las conmemoraciones a la Patrona del Norte de Perú se extienden hasta este lunes 16 de diciembre cuando la venerada imagen de la Virgen regrese en procesión al Santuario de la Inmaculada Concepción, donde permanecerá hasta el próximo año.

La Virgen de la Puerta de Otuzco

La Inmaculada Virgen de la Puerta de Otuzco debe su nombre a un evento milagroso ocurrido en el año 1674 cuando la vecina ciudad de Trujillo; Otuzco, se vio amenazada por una flota pirata.

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Miles de fieles participaron en la procesión de La Inmaculada Virgen de la Puerta de Otuzco. / Foto: Arquidiócesis de Trujillo.

En ese entonces los habitantes de la población peruana, al verse desprotegidos, ya que no contaban con una muralla que los resguardase de los ataques de los piratas, decidieron acudir a la protección de la Virgen María y ubicaron en la puerta de la ciudad una imagen de la Inmaculada Concepción, que había sido llevada al lugar desde Venezuela años atrás.

Un milagro protegió a la ciudad gracias a la intervención divina de la Virgen María, quien, según la tradición, evitó el terrible ataque de los piratas, no sólo en Otuzco, sino también la ciudad de Trujillo

Con información de la Arquidiócesis de Trujillo.

 

Fuente:: Gaudium Press

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Trujillo (Lunes, 16-12-2013, Gaudium Press) Con cánticos y expresiones de devoción mariana, fieles de la Arquidiócesis de Trujillo y de otras diócesis peruanas -se calculan unos 15 mil-, celebraron el pasado domingo 15 de diciembre a la Patrona del Norte de Perú y Reina de la Paz Mundial: La Inmaculada Virgen de la Puerta de Otuzco.

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Foto: Arquidiócesis de Trujillo.

La celebración, que estuvo antecedida de la Novena en honor a Nuestra Señora, tuvo lugar en el Santuario de la Inmaculada Concepción, donde a las 11:00 de la mañana se llevó a cabo una solemne celebración Eucarística que presidió Mons. Miguel Cabrejos Vidarte, Arzobispo de Trujillo, y fue concelebrada por los sacerdotes de la Vicaría la Sierra de la Arquidiócesis de Trujillo.

Durante la homilía de la Santa Misa, el prelado llamó a los fieles para que la fe «sea creadora y conquistadora», recordando que la fe permanece viva solo si esta se comunica.

Tras la Eucaristía, y en el interior del santuario mariano, ocurrió la veneración de Nuestra Señora por parte de los fieles, evento que se extendió alrededor de las 3:00 de la tarde, cuando se llevó a cabo la tradicional y solemne procesión con la imagen de la Inmaculada Virgen por las principales calles de Otuzco, ocasión donde Nuestra Señora recibió tributos de parte de los fieles de la ciudad y de los peregrinos.

Las conmemoraciones a la Patrona del Norte de Perú se extienden hasta este lunes 16 de diciembre cuando la venerada imagen de la Virgen regrese en procesión al Santuario de la Inmaculada Concepción, donde permanecerá hasta el próximo año.

La Virgen de la Puerta de Otuzco

La Inmaculada Virgen de la Puerta de Otuzco debe su nombre a un evento milagroso ocurrido en el año 1674 cuando la vecina ciudad de Trujillo; Otuzco, se vio amenazada por una flota pirata.

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Miles de fieles participaron en la procesión de La Inmaculada Virgen de la Puerta de Otuzco. / Foto: Arquidiócesis de Trujillo.

En ese entonces los habitantes de la población peruana, al verse desprotegidos, ya que no contaban con una muralla que los resguardase de los ataques de los piratas, decidieron acudir a la protección de la Virgen María y ubicaron en la puerta de la ciudad una imagen de la Inmaculada Concepción, que había sido llevada al lugar desde Venezuela años atrás.

Un milagro protegió a la ciudad gracias a la intervención divina de la Virgen María, quien, según la tradición, evitó el terrible ataque de los piratas, no sólo en Otuzco, sino también la ciudad de Trujillo

Con información de la Arquidiócesis de Trujillo.

 

Fuente:: Gaudium Press

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Ante la legalización de marihuana, Obispo de Minas, Uruguay, exhorta a defender con todos los medios a la familia

Minas (Lunes, 16-12-2013, Gaudium Press) Un mensaje de preocupación fue lanzado por el Obispo de Minas, Uruguay, Mons. Jaime Fuentes, ante la aprobación por parte del Senado de la legalización del consumo y producción de marihuana. La decisión dividida (16 contra 13) fue tomada el día 10 de diciembre se suma a otras iniciativas rechazadas por la iglesia que en opinión de Mons. Fuentes «llevarán a que la familia uruguaya se hunda».

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Mons. Jaime Fuentes, Obispo de Minas, Uruguay.

El prelado recordó que a la noticia se suma a «la legalización y promoción del aborto; la equiparación legal de las uniones homosexuales con el matrimonio y la fecundación artificial en todas sus formas», todas estas denunciadas por la Iglesia como dañinas para la sociedad. Ante esta realidad, calificada por el Obispo como una sinsalida entre «el suicidio o el harakiri», señaló un camino alternativo que, afirmó, «podría resumirse en un slogan: Por la familia todo es poco».

Compromiso total

Con este lema, Mons. Fuentes exhortó a «multiplicar las iniciativas para ayudar a los matrimonios jóvenes antes de que lleguen las dificultades», a» enseñar a los chicos y chicas adolescentes el valor de la fidelidad en todos los órdenes», como formas concretas de revertir los efectos negativos de las nuevas leyes. También motivó a los católicos a «decidirse a no tener miedo de decirles que lo blanco es blanco y lo negro, negro» y recomendó a los padres y madres a asumir «su deber de dar la información sexual a sus hijos» para evitar que su vida sea determinado por ideologías externas.

Como ejemplo de la iniciativa necesaria para superar los problemas sociales actuales, el Obispo de Minas puso como ejemplo a parejas jóvenes recientemente casadas que según el prelado conocen la profundidad del compromiso que adquieren. «Tanto que están dispuestos a darlo todo -a darse del todo- porque por la familia todo es poco», afirmó.

«No están solos en el empeño, también me consta», agregó Mons Fuentes. «Hay, como ellas, muchas parejas más que no quieren saber nada con los «derechos» de abortar los hijos, de cultivar marihuana o de integrar un club de faloperos (drogadictos). Están dispuestos a romperse todo por la familia, por la que ellos quieren formar»

El Obispo motivó a todos los católicos a unirse para ayudar a las familias que buscan preservar y perpetuar a través de sus hijos los valores cristianos. «Hay que apoyarlos con entusiasmo: se encuentran en la primera fila de una guerra que hay que ganar. O sí, o sí», concluyó.

Con información de Conferencia Episcopal de Uruguay.

 

Fuente:: Gaudium Press

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16 de Diciembre de 2013 / 0 Comentarios

Fuente:: Gaudium Press

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Belo Horizonte (Lunes, 16-12-2013, Gaudium Press) En su más reciente artículo, el Arzobispo de Belo Horizonte, Brasil, Mons. Walmor Oliveira de Azevedo, reflexionó sobre cómo la Iglesia debe «cultivar, de manera profunda, la escucha de la Palabra de Dios», en medio de la preparación para el período de Adviento.

Abajo, la traducción al español elaborada por Gaudium Press del texto del prelado:

La preparación para la Navidad, nacimiento de Jesucristo, Salvador y Redentor de la humanidad, es una oportunidad singular de nueva y adecuada comprensión de la vida. No se puede vivirla sin la luminosidad propia de la fe que alimenta la luz de la inteligencia, garantizando un camino de horizontes amplios y bellos. La Iglesia Católica, sabia y pedagógicamente, invita a todos a vivir ese tiempo de Adviento. En las cuatro semanas que anteceden a la Navidad, la Iglesia crea oportunidades importantes para cultivar, de manera profunda, la escucha de la Palabra de Dios y, así, fomentar y sustentar los lazos de fraternidad, capacitando a cada uno en el ejercicio de los gestos de solidaridad. Son incontables las posibilidades, por el recorrido de este camino de Adviento, preparatorio para la Navidad del Señor.

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Parte superior del Portal de la Caridad

Catedral de Santa María de Giglio – Florencia

Para cada peregrino, hombres y mujeres de buena voluntad, se diseñan nuevos horizontes que cualifican la vida tan preciosa de cada uno, razón por la cual Él, Cristo Salvador, se encarnó, igual a nosotros en todo, excepto en el pecado, para rescatarnos de la condición de esclavos y reconquistar el sentido más auténtico de nuestra libertad. Se trata, particularmente, de un camino de vivencia espiritual. No puede agotarse simplemente en lo que llama la atención, y hasta alegra, por los adornos, luces y colores, incluso en las confraternizaciones. Es preciso aprovechar el momento para reflexionar la propia interioridad, ampliando este pilar que nos capacita para una vida comprometida con la ciudadanía y con la auténtica fe profesada.

Pensando en la verdadera y real preparación para la Navidad del Señor, invito a usted a reflexionar sobre el relevante sentido de pertenencia a la sociedad. Cada uno mira su condición de ciudadano, sus derechos y deberes, sus luchas y conquistas, sus iniciativas para garantizar las libertades y el atendimiento a las necesidades fundamentales. Esta mirada para sí, analizando proyectos personales y familiares, institucionales y otros, nos obliga a mirar, sobre todo en este tiempo, a los más pobres y sufridores, en los diversos escenarios de la sociedad.

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Un deber especial, sin olvidar ninguno de los que reconocidamente son sufridores y pobres, es lanzar la mirada y unir el corazón a los que están más desconsiderados en su dignidad. Me refiero a los hermanos y hermanas nuestros que están en las calles de las ciudades. Una situación que no puede ser apenas tratada con Ley y prescripciones. Indispensables son el sentimiento y el principio humanístico de la solidaridad (…). La Pastoral del Pueblo de ‘Rua’ (Calle) de la Arquidiócesis de Belo Horizonte, en asociaciones y cooperación amplia, sabe que hay mucho que hacer. Conoce el desfasaje humanístico entre el abordaje de estos hermanos y hermanas y la fiscalización, como también la insuficiencia de infraestructura para procesos educativos respetuosos y acciones de rescate. La Pastoral apunta cuánto el poder público, nuestras Iglesias y los sectores diversos de la sociedad todavía precisan movilizarse.

Retransmito una invitación-intimación del Papa Francisco, en su reciente Exhortación Apostólica «Alegría del Evangelio»: tornar realidad en nosotros y en nuestro medio la Navidad de Jesucristo para curarnos de indiferencias, incompetencias en las respuestas e incapacidad para acciones prioritarias, destinadas a los más pobres. Vamos a cultivar «una fraternidad mística y contemplativa que sabe ver la grandeza sagrada del prójimo, que sabe descubrir a Dios en cada ser humano, que sabe tolerar las molestias de la convivencia agarrándose al amor de Dios, que sabe abrir el corazón al amor divino para buscar la felicidad de los otros como la búsqueda a su Padre bueno». Vamos a tratar de hacer las cosas de modo diferente, comprometernos más con el pueblo que está en las calles y con los más pobres. Solo así será verdad el voto de «Feliz Navidad» que deseamos unos a los otros. Que el propósito de esta Navidad sea especialmente la cualificación de todos en la condición de integrantes de la sociedad.

Mons. Walmor Oliveira de Azevedo
Arzobispo metropolitano de Belo Horizonte

 

Fuente:: Gaudium Press

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Ciudad del Vaticano (Lunes, 16-12-2013, Gaudium Press) En el Ángelus de este domingo 15, en vista de la proximidad de la Navidad, el Papa Francisco afirmó que «la Iglesia no es un refugio para personas tristes», pues «la Iglesia es la casa de la alegría».

El Santo Padre saludó de forma particular a los niños, que portaban en las manos imágenes del pesebre del Niño Jesús, pidiendo que el Pontífice las bendijese.

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De acuerdo con el Papa, este domingo «Gaudete», considerado un domingo de alegría, nos alegramos «porque el Señor está próximo», pues el mensaje cristiano es la buena noticia «para el pueblo entero».

Para el Santo Padre, «la alegría del Evangelio no es una alegría cualquiera. Encuentra su razón en el saberse acogidos y amados por Dios», que «viene a salvarnos y presta socorro especialmente a los que tienen el corazón desanimado».

«Su venida a nuestro medio nos revitaliza, nos torna firmes, nos da coraje y nos hace exultar y florecer el desierto y el descampado, o sea, nuestra vida cuando se torna árida. ¿Y cuándo se torna árida? Cuando se encuentra sin el agua de la Palabra de Dios y de su Espíritu de amor», explicó.

El Papa alertó también a los fieles que «no nos es permitido ser débiles y vacilantes delante de las dificultades y de nuestras propias debilidades», pues somos invitados a revigorizar las manos, a robustecer las rodillas, a tener coraje y no temer.
«Dios muestra siempre la grandeza de su misericordia».

Según el Pontífice, Dios nos espera y está siempre con nosotros, por el hecho de Él amarnos y ser misericordioso, perdonando y dando fuerza para comenzar todo de nuevo. «Somos capaces de reabrir los ojos, superar la tristeza y el llanto y entonar un canto nuevo».

La «alegría verdadera», conforme el Papa, «permanece también en la probación y también en el sufrimiento», «porque no es una alegría superficial», que «cala en lo profundo de la persona que se entrega a Dios y confía en Él».

«Por eso, cuando un cristiano se torna triste, significa que se distanció de Jesús. Entonces no podemos dejarlo solito. Debemos rezar por él y hacerle sentir el calor de la comunidad», dijo.

Al final, el Papa Francisco evocó a Nuestra Señora, a fin de que Ella «obtenga para nosotros vivir la alegría del Evangelio en la familia, en el trabajo, en la parroquia y en todo ambiente», «una alegría íntima, hecha de estupor y ternura». (LMI)

 

 

Fuente:: Gaudium Press

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Ciudad del Vaticano (Lunes, 16-12-2013, Gaudium Press) El Papa Francisco ha confirmado al cardenal Ouellet como Prefecto para la Congregación para los obispos, dicasterio encargado de asesorar al Papa en el nombramiento de obispos en las diócesis de rito latino. Además ha confirmado en ese importante organismo vaticano a los cardenales españoles Antonio Cañizares y Santos Abril.

Pasan a ser parte del mencionado dicasterio el Cardenal Francisco Robles Ortega de México, el Cardenal Arzobispo de Bogotá Rubén Salazar, el Cardenal Kurt Koch, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, el Cardenal Donald William Wuerl, Arzobispo de Washington y el Cardenal João Braz de Aviz, Prefecto de la Congregración para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.

Ingresan también a la Congregación los monseñores: Pietro Parolin, Arzobispo y Secretario de Estado; Beniamino Stella, Arzobispo y Prefecto de la Congregración para el Clero; Lorenzo Baldisseri, Secretario General del Sínodo de los Obispos; Vincent Gerard Nichols, Arzobispo de Westminster (Inglaterra); Paolo Rabitti, Arzobispo de Ferrara-Comacchio (Italia); Gualtiero Bassetti, Arzobispo de Perugia-Città della Pieve (Italia); Felix Genn, Obispo de Münster (Alemania).

Igualmente, el Papa ha comfirmado como miembros a los eminentísimos señores cardenales: Tarcisio Bertone, Zenon Grocholewski, George Pell, Agostino Vallini, André Vingt-Trois, Jean-Louis Tauran, William Joseph Levada, Leonardo Sandri, Giovanni Lajolo, Stanis?aw Ry?ko, Francesco Monterisi, Giuseppe Bertello, Giuseppe Versaldi; y los excelentísimos monseñores: Claudio Maria Celli, José Octavio Ruiz Arenas, Zygmunt Zimowski, además de los dos purpurados españoles arriba mencionados.

 

Fuente:: Gaudium Press

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Redacción (Lunes, 16-12-2013, Gaudium Press) La historia del festivo árbol comienza en los densos bosques de Alemania, en el siglo VIII. El gran San Bonifacio, obispo y apóstol de aquellas tierras, había estado atrayendo un buen número de tribus paganas al rebaño de Jesucristo. Pero su labor no era fácil. A veces, los conversos, cuya fe todavía era vacilante, recaían en las perversas costumbres de sus antepasados.

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En cierta ocasión, Bonifacio tuvo que realizar un largo viaje a Roma, donde fuera para pedir consejo al Papa Gregorio II. Meses después, al volver a la región del Bajo Hesse, sorprendió horrorizado a algunos nativos que estaban a punto de realizar uno de los holocaustos humanos exigidos por la religión primitiva. Liberando a los nueve niños que iban a ser víctimas, el celoso obispo quiso entonces dar un testimonio público de lo impotentes que son los falsos dioses delante del Cordero de Dios.

Mandó talar un enorme roble de Thor, bajo el que se iba a realizar el sangriento sacrificio. Los sacerdotes paganos le amenazaron con ser fulminado por los rayos del dios del trueno. Sin embargo, derrumbado el árbol, nada sucedió, para humillación de los paganos.

Los relapsos se arrepintieron entonces, y muchos idólatras pidieron el sacramento del bautismo. La caída del árbol de Thor representó la caída del paganismo en aquellas regiones.

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Los germanos, ya pacificados y convertidos, adoptaron entonces el pino como símbolo cristiano. Él siempre apunta al cielo y su ramaje eternamente verde nos recuerda Aquél que nos concedió la vida eterna. Bajo sus ramas ya no hay ofrendas crue les, sino los regalos en honra de Cristo recién nacido.

Años y años más tarde, el árbol de Navidad traspuso las fron2.jpgteras de Alemania. En los siglos XVIII y XIX se hizo habitual entre la nobleza europea, alcanzando las cortes de Austria, Francia e Inglaterra, hasta la lejana Rusia. De los palacios se extendió al pueblo de Europa, y, por fin, en los días de hoy, lo encontramos por todo el orbe.

En el centro de la cristiandad, en plena Plaza de San Pedro, todos los años, es levantado un árbol de grandes proporciones, elegantemente adornado, como corresponde a la dignidad del lugar. Tocado por su belleza y simbolismo, el recordado Papa Juan Pablo II se refirió a él, en Diciembre de 2004:

«La fiesta de Navidad, tal vez la tradición popular más querida, es extremadamente rica en símbolos, unidos a las diferentes culturas. Entre todos, el más importante es, sin duda, el Nacimiento […].

Al lado de éste, como en esta Plaza de San Pedro, encontramos el tradicional ‘árbol de Navidad’. También ésta es una antigua tradición, que exalta el valor de la vida, porque durante el invierno, el árbol siempre verde se convierte en una señal de la vida que no perece. Generalmente, es un árbol adornado y a los pies del mismo son colocados los dones de Navidad.

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Así, el símbolo se vuelve elocuente también en un sentido típicamente cristiano: evoca a nuestra mente el ‘árbol de la vida’ (Cf. Gn 2,9), figura de Cristo, supremo don de Dios a la Humanidad.

Por consiguiente, el mensaje del árbol de Navidad es que la vida permanece ‘siempre verde’, si ella se vuelve don; no tanto de cosas materiales, sino de sí mismo: en la amistad y en el cariño sincero, en la ayuda fraterna y en el perdón, en el tiempo compartido y en la escucha recíproca. Que María nos ayude a vivir la Navidad como una ocasión para saborear la alegría de darnos a nosotros mismos a los hermanos, especialmente a los más necesitados» (Ángelus, 19/12/2004)

(Revista Heraldos del Evangelio, Dec/2007, No. 72)

 

Fuente:: Gaudium Press

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