Washington (Martes, 14-01-2014, Gaudium Press) Para conmemorar las víctimas de la legalización del aborto en Estados Unidos y para pedir el final de esta práctica en el país, los Obispos de Estados Unidos convocaron a una novena de oración del 18 al 26 de enero próximos. Los prelados motivaron la realización Horas Santas, intenciones especiales para la Eucaristías, el rezo del Santo Rosario y peregrinaciones y publicaron materiales de apoyo para difundir la iniciativa en redes sociales e impresos.

55 millones de víctimas

«El 22 de enero nuestra nación marcará el aniversario 41 de Roe Vs Wade, la decisión de la Suprema Corte que hizo legal el aborto a lo largo de Estados Unidos», explicó en la presentación oficial la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB). «Desde esa trágica decisión, más de 55 millones de vidas de niños se han perdido por el aborto y muchos sufren esa pérdida, frecuentemente en silencio».

Por este motivo, la Iglesia Católica en el país se unirá en «una oración por la cultura de la vida» llamada Nine Days for Life (Nueve Días por al Vida). Los Obispos sugirieron dedicar un día de la novena a un encuentro de peregrinos, donde los fieles acudan a un lugar distante para marchar en rechazo de la práctica del aborto, celebrando la Eucaristía o una Hora Santa al partir o al retornar. Para esta celebración recomendaron emplear la guía litúrgica del programa de Respeto a la Vida de 2012, publicada en inglés y español.

Captura de pantalla de la aplicación de la iniciativa en dispositivos Android.

La USCCB también diseñó un programa de vigilia de oración, penitencia y peregrinación enfocado especialmente en los grupos juveniles y una versión imprimible de la novena (también en inglés y español) con oraciones, reflexiones y actos de reparación por el aborto.

Apostolado por la vida en redes sociales

Uno de los objetivos de los Nueve Días por la Vida es generar conciencia en la población norteamericana, y los Obispos prepararon materiales de fácil divulgación para redes sociales e internet con este fin. Cada uno de los días tiene una intención especial, expuesta en una fotografía que los católicos pueden compartir en sus cuentas personales de diversos servicios en línea.

Como plataforma adicional se diseñó una aplicación especial para dispositivos móviles Android e iOs facilita el accesos a los materiales de apoyo. La USCCB ofrece, además, la opción de suscripciones a través correo electrónico y mensajes de texto. Las instrucciones para acceder a estos servicios se encuentran en la página web de la iniciativa.

Los materiales de apoyo en inglés y español pueden ser accedidos a través del siguiente vínculo.

Con información de Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos.

Ciudad del Vaticano (Martes, 14-01-2014, Gaudium Press) En la oración del Ángelus de este domingo 12, los millares de fieles y peregrinos reunidos en la Plaza San Pedro acompañaron la locución dominical del Papa Francisco, que recordó la fiesta litúrgica del Bautismo del Señor.

Antes de proferir la oración mariana del Ángelus, el Santo Padre había bautizado 32 niños en la Capilla Sixtina, en el Vaticano.

El Pontífice, entonces, comentó sobre el Sacramento del Bautismo: «Todo niño que nace es un don de alegría y de esperanza; todo niño bautizado es un prodigio de la Fe y una fiesta de la familia cristiana».

Al citar el pasaje del Evangelio, cuando Juan Bautista bautizaba a Jesús, el Papa afirmó que, mientras el apóstol realizaba el acto «los cielos se abrieron», como un saludo de las profecías:

«Si los cielos permanecen cerrados, nuestro horizonte, en esta vida terrena, también es oscuro, sin esperanza. Al revés, con la celebración de la Navidad, la Fe nos da, más una vez, la certeza de que los cielos se abrieron con la venida de Jesús. En el día del Bautismo de Cristo, contemplamos, nuevamente, los cielos abiertos», explicó.

Todavía de acuerdo con el Santo Padre, con el nacimiento de Jesús a través del Bautismo, «los cielos se abrieron» y «Dios nos dio, en Cristo, la garantía de un amor indestructible», pues desde que el Verbo se hizo carne, «todos nosotros pudimos ver los cielos abiertos».

«Tenemos esta oportunidad si nos dejamos invadir por el amor de Dios, que nos es dado, por primera vez, por el Bautismo, por medio del Espíritu Santo».

«¿Ustedes no creen que en nuestro tiempo precisamos de un suplemento de compartir fraterno y de amor? ¿Ustedes no creen que precisamos de un suplemento de caridad?», indagó.

Luego, el Pontífice respondió que necesitamos de la caridad «que comparte y sobrelleva con los incómodos y los sufrimientos de los hermanos».

«¡Cuánto es bella la vida cuando se deja inundar por el amor de Dios!»

Al final de su discurso, el Papa dirigió un pensamiento especial a los padres que están preparando a sus hijos para recibir el Sacramento del Bautismo, pidiendo al Señor para que la administración del Sacramento pueda ayudarlos a redescubrir la belleza de la Fe. (LMI)

Ciudad del Vaticano (Martes, 14-01-2014, Gaudium Press) En la Misa celebrada en la Casa Santa Marta, en el Vaticano, este lunes 13, el Papa Francisco profirió las siguientes palabras: «El amor de Dios arregla nuestros errores y pecados porque nunca nos abandona, incluso cuando no entendemos este amor».

Remitiéndose al Evangelio del día, el Pontífice afirmó que el Señor, en la época cuando llamó a los apóstoles Pedro, Andrés, Santiago y Juan, que estaban pescando y dejaron sus redes para seguirlo, quería prepararlos para una nueva misión, así como Él hace con nosotros en los días actuales.

«Cuando el Señor nos dice ‘Con amor eterno yo os amé’, significa que hace muchas generaciones el Señor piensa en nosotros, ¡en cada uno de nosotros!», resaltó.

El Santo Padre además continuó su pensamiento: «Me gusta creer que el Señor tenga los mismos sentimientos de una pareja que espera un hijo. Él nos espera siempre y nos acompaña durante la historia. Este es el amor eterno del Señor, eterno, pero concreto».

Para él, el amor de Dios «es también un amor ‘artesanal’, porque Él va ‘tejiendo’ la historia para cada uno».

«Así es el amor de Dios, que nos ama siempre y nunca nos abandona, y por ser un ‘acto de Fe’, no siempre es fácil creer», explicó.

Concluyendo, el Papa pidió que «recemos, pidiendo la gracia de entender el amor de Dios y de comprender con el corazón este gran amor». (LMI)

Burgos (Martes, 14-01-2014, Gaudium Press) «Eucharistia’ es el título de la muestra que ocurrirá este año en la Iglesia de San Juan de Aranda de Duero, localidad de la provincia de Burgos, España, y que hablará sobre el gran misterio eucarístico.

La exposición, organizada por la Fundación Las Edades del Hombre, fue presentada recientemente por el Arzobispo de Burgos, Mons. Francisco Gil Hellín, en el marco de una rueda de prensa celebrada en la Iglesia de la localidad española.

En su intervención, el prelado destacó: «Las diócesis de Castilla y León se vuelven a comprometer en otro gran reto expositivo y pastoral que llega al pueblo creyente y a toda la sociedad a través de un filón inagotable, como son las obras de arte. La Eucaristía, como sacrificio, comida y presencia, es un tema antiguo y nuevo; no en vano es el centro de los misterios celebrados por los creyentes; esto explica que siempre hayan estado presentes en nuestras exposiciones las obras de arte relacionadas con la Eucaristía».

Explicó también que la muestra, a desarrollarse también en la Iglesia de Santa María de Burgos, el tema de la Eucaristía -que es centro de la vida cristiana-, será exhibido «bajo un nuevo prisma, único y monográfico (…) en Aranda de Duero, centro neurálgico de pan y de vino, tierra de cereales y de viñas, que nos hacen volver la mirada al Evangelio en su más ricas parábolas y mensajes».

De esta manera, como presentó luego el Padre Juan Álvarez Quevedo, Comisario de «Eucharistia», la exposición se desarrollará en cuatro capítulos: el primero de ellos sobre el fundamento y trasfondo humano de la Eucaristía, mostrándola como alimento y como fiesta.

El segundo capitulo enfatizara en los antecedentes de la Eucaristía, especialmente en el Antiguo Testamento con figuras como Abraham e Isaac, y detalles como «el maná del desierto» y «la alianza del Sinaí», que anticipan el Misterio de la Eucaristía.

Ya el tercer capítulo, como continúo exponiendo el sacerdote, estará destinado íntegramente a la Institución de la Eucaristía, mostrándose los gestos de Jesús, los anuncios de lo que será la Eucaristía, la Institución propiamente dicha, y la Eucaristía en la Primera Iglesia.

Finalmente, la cuarta parte de la muestra hablará sobre lo que es la Eucaristía, el Sagrado Banquete con el que se hace memoria de la Muerte y Resurrección, y el compromiso de la Eucaristía en la caridad -«La fe en la Eucaristía lleva al compromiso eucarístico hacia las obras con los más débiles», como añadió el Padre Álvarez Quevedo-, y concluirá con una visión cósmica de lo que es la Eucaristía.

La exposición permanecerá en Aranda de Duero desde mayo hasta noviembre del presente año.

Con información de la Archidiócesis de Valladolid.

Londrina (Martes, 14-01-2014, Gaudium Press) «Las cuatro preguntas de la humanidad» es el título del último artículo de Mons. Orlando Brandes, arzobispo de la arquidiócesis de Londrina, en el estado de Paraná, Brasil. En el texto, el prelado hace una reflexión sobre los cuestionamientos en relación a la muerte, la libertad, la unidad y el sentido.

En lo que dice respecto a la pregunta sobre la muerte, Mons. Orlando recuerda que el tiempo es breve, todo pasa, y la muerte es segura. Para él, la certeza de la muerte nos hace reflexionar, preguntar y cambiar, pues nos obliga a pensar. Según el arzobispo, para el hombre moderno la muerte es tabú, para el hombre sin fe, la muerte es absurda, y para quien cree la muerte es puerta, entrada, inicio.

Muerte de San José, Catedral de Mallorca, España

«La interrogación sobre la muerte nos ayuda a cambiar lo que está errado, a fortalecer el bien, la justicia, el amor, a tener consciencia de nuestra fragilidad. Ella es la escuela de lo esencial. Los santos dicen: ‘el día de mi muerte será el día de la mayor fiesta de mi vida'», completa el prelado.

Otra cuestión presentada por el prelado sobre ese tema es que para los cristianos la muerte fue vencida por la resurrección de Jesús, es el inicio de la vida plena, es condición para la visión de Dios cara a cara. «Es el día natalicio para la eternidad de la alegría, en la luz, en la paz, en la comunión de los santos. Jesús ‘mató la muerte’. Nuestra vida no es tirada, sino transformada.

Para Francisco de Asís, la muerte es nuestra hermana porque nos lleva a estar con Cristo», evalúa Mons. Orlando.

Ya la pregunta sobre la libertad, de acuerdo con el arzobispo, nos lleva a concluir que lo que importa es ser libres del mal para la práctica del bien. Él destaca que el derecho a la libertad nos hace luchar por la democracia, por la liberación, por la inclusión, contra todas las esclavitudes y exclusiones. El prelado agrega que libertad sin responsabilidad es anarquía, libertad sin la verdad es libertinaje y Justicia sin libertad es dictadura.

«Ser libre no es hacer lo que yo quiero, sino, lo que yo debo. Libertad es don y tarea. Cristo nos liberó para ser libres, para vivir en comunión y participación, en relación con los otros a través del diálogo. Por la libertad somos interlocutores con Dios, con los otros y con la historia», subraya.

Con relación a la pregunta sobre la unidad, Mons. Orlando afirma que tenemos el deseo, el sueño, la expectativa de la unión, de la fraternidad, del ser familia, de la convivencia y del respeto mutuo. Conforme él, la división, la discordia, la agresión, la pelea, la violencia son siempre destructivas, al paso que de la unidad viene la paz, el bien querer, el éxito, la alegría.

«El otro no es una amenaza, un enemigo, un extraño, sino, un peregrino de la verdad, uno igual a nosotros en dignidad, un amigo, un hermano. La solidaridad, la interdependencia, la corresponsabilidad, la confraternización, el altruismo, el voluntariado son expresiones de la unidad».

Por último, el arzobispo de Londrina analiza la pregunta sobre el sentido, resaltando que sin dar significado y sentido a la vida, caímos en la ilusión, en el engaño, en el vacío, en la neurosis, en la depresión. Él explica que el sentido quiere decir razón para vivir, valores a defender, rumbo y brújula a seguir. Para el prelado, la pregunta por el sentido de la vida nos lleva a Dios, y la búsqueda de la verdad, del bien, de la libertad, de la justicia y de la belleza es señal de salud psíquica, de esperanza y de expectativa.

«El orden, el tiempo, la historia se construyen a partir del sentido y del significado que damos a los valores. La fe abre las puertas de nuevos horizontes, ideales, sueños. Todo tiene sentido, nada es inútil, existimos para ser más, crecer y llegar a la plenitud», concluye. (FB)