Familia: transmisora y educadora de la Fe cristiana
Río de Janeiro (Martes, 10-09-2013, Gaudium Press) «¿Qué es la belleza? ¿Cómo la belleza se refleja en las personas y en las cosas? ¿Qué significa ser portadora de una belleza que no puede faltar en el mundo?»
Esas fueron las preguntas planteadas por el Obispo Auxiliar de Río de Janeiro, Mons. Antônio Augusto Dias Duarte, en su nuevo artículo sobre la belleza de la familia cristiana.
Según Mons. Antônio, precisamos «contemplar y anunciar la belleza familiar. Mirar y ver la belleza de los gestos, de las actitudes, de las palabras, de momentos concretos y conmovedores. De las horas vividas junto a los familiares, cada día y cada época pasada y presente».
«¡La familia es bella! ¡Hay muchas familias que viven dentro de tantas casas, que tienen alguna belleza brillando entre cuatro paredes! La belleza es algo de divino presente en las circunstancias más cotidianas de la vida familiar. La belleza es la «impresión digital» de Dios en el mundo y solo un observador atento y con mirada contemplativa, como creo que usted es, será capaz de captar esas líneas divinas, ‘digitalizadas’ de la belleza diaria de su familia», escribió.
Al usar como ejemplo la vida de Chiara Luce, joven Beata italiana que fue una de las intercesoras de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) realizada en Río de Janeiro, Mons. Antônio la considera como una, «verdadera ‘detective’, especializada en leer las huellas digitales de Dios en la vida cotidiana».
El Obispo resaltó que, a pesar de haber sido diagnosticada con un tumor óseo, la joven de Sassello, en Italia, «tenía la percepción de la belleza divina presente hasta incluso en las horas oscuras del dolor, de su agudísimo dolor y de los sufrimientos visibles de sus padres».
Para reforzar todavía más su pensamiento, el prelado citó una de las frases escritas por Chiaca en su diario personal: «cada momento es precioso y, por tanto, no debe ser desperdiciado (…) el dolor no debe ser perdido, sino adquiere sentido tornándose una ofrenda para Él», y completó: «todos los días de la vida son días en familia, son días donde las ‘impresiones digitales’ de Dios están visibles».
Finalizando su artículo, Mons. Antônio afirmó que «cuando se quiere tornar la familia transmisora y una educadora de la Fe cristiana, no se puede dejar nunca de mostrar un camino claro y luminoso, el camino de la belleza de la familia, incluso cuando entre las cuatro paredes hay sufrimiento. Cuando se busca contemplar la ‘impresión digital’ de Dios, siempre se ve algo de bello y de bueno en la vida familiar». (LMI)
Con informaciones de la Arquidiócesis de Río de Janeiro.
Fuente:: Gaudium Press