El Papa en el Santuario de Nuestra Señora de Bonaria: ¡Mantened siempre encendida la luz de la Esperanza!
El Papa en el Santuario de Nuestra Señora de Bonaria: ¡Mantened siempre encendida la luz de la Esperanza!
Ciudad del Vaticano (Lunes, 23-09-2013, Gaudium Press) Después de saludar a algunos representantes políticos, en las horas de la mañana de ayer el Pontífice entró en el santuario de Nuestra Señora de Bonaria, en Cagliari, en la italiana isla de Cerdeña, donde veneró a la patrona. Allí confortó a un grupo de enfermos. Tras esto se dirigió a la plaza contigua del santuario donde presidió la celebración de la Santa Misa junto al arzobispo de Cagliari, monseñor Arrigo Miglio.
Foto: Radio Vaticano |
En la homilía, el Papa aludió nuevamente a la falta de trabajo, la precariedad y la incertidumbre del futuro que sufren los habitantes de la isla sarda. «Se necesita la colaboración leal de todos -dijo- con el esfuerzo de los responsables de las instituciones y también de la Iglesia, para asegurar a las personas y a las familias los derechos fundamentales y hacer crecer una sociedad más fraterna y solidaria. Asegurar el derecho al trabajo, el derecho a llevar el pan a casa, pan ganado con el trabajo».
El Papa Francisco garantizó a los presentes su cercanía y les animó a «perseverar con el testimonio en los valores humanos y cristianos tan profundamente arraigados en la fe y la historia de este territorio y de la población. ¡Mantened siempre encendida la luz de la esperanza!». El Pontífice resaltó el ejemplo de la Virgen, modelo de confianza en Dios, en su misericordia y cómo el encontrar su mirada es reflejo de la mirada del Padre. El Padre la hizo Madre de Dios y la mirada del Hijo desde la Cruz la convirtió en nuestra Madre. «Con esa mirada, María nos mira hoy. Necesitamos su mirada de ternura -dijo el Papa-, su mirada materna que nos conoce mejor que nadie, su mirada llena de compasión y de cuidados».
Francisco instó a los sardos a que, a pesar de las dificultades, no olvidaran que no están solos, que son un pueblo y que en el camino no tuvieran miedo de mirarse los unos a los otros de manera fraternal como enseña la Virgen. «Ella nos invita a ser verdaderos hermanos -continuó-. No permitamos que nada ni nadie se interponga entre nosotros y la mirada de la Virgen… ¡que no nos roben su mirada!».
Al finalizar la celebración eucarística el Santo Padre rezó el Ángelus junto a los fieles y peregrinos presentes a los que encomendó a la Virgen de Bonaria. Recordando todos los santuarios marianos presentes en Cerdeña y el profundo vínculo que expresan los sardos en su devoción y en la cultura hacia la Virgen, Francisco les pidió ser siempre «hijos de María y de la Iglesia y demostrarlo con vuestra vida y siguiendo el ejemplo de los santos». Junto a estas palabras el Pontífice recordó la proclamación como beato del fraile capuchino Tommaso Acerbis da Olera, que tuvo lugar el sábado en Bérgamo.
Con información del Vatican Information Service
Fuente:: Gaudium Press