El debilitamiento de la fe es origen de la crisis en la familia, advierte Arzobispo argentino

El debilitamiento de la fe es origen de la crisis en la familia, advierte Arzobispo argentino

Villa Giardino (Miércoles, 23-10-2013, Gaudium Press) El Arzobispo de Corrientes, Argentina, Mons. Andrés Stanovnik, expresó la importancia de promover la vida y la familia durante el Encuentro Nacional del Movimiento Familiar Cristiano, llevado a a cabo en Córdoba los días 12 al 14 de coctubre. El Arzobispo y Presidente de la Comisión Episcopal del Apostolado Laico y Pastoral Familiar explicó que alimentar la fe es una condición indispensable para la supervivencia de las familias.

«La causa principal de la crisis de los matrimonios y de las familias cristianas es la misma que percibimos en el sacerdocio y en la vida consagrada: el debilitamiento en la vida de fe», expuso el prelado. Sin fe, las personas se repliegan sobre sí mismas y se pierde el entusiasmo por la entrega y la misión.

De forma similar, es la fe la que permite tener claridad sobre el objetivo de la familia. «A la luz de la fe, la razón humana descubre las causas más profundas del valor de cada vida humana, desde la concepción y hasta su muerte natural, y los motivos que obligan a extremar el cuidado de promoverla, atenderla y acompañarla a lo largo de toda su trayectoria». Según el Arzobispo, «no hay ninguna realidad humana que pueda reemplazar la misión que tiene el matrimonio constituido por un varón y una mujer en el cuidado de la vida».

Mons. Stanovnik recordó el compromiso de la Iglesia en la defensa de la vida y la familia, que consideró como prioritaria dentro de la actividad pastoral y un campo que requiere el testimonio decidido de los católicos. «Para salir al paso de las amenazas a la identidad cristiana de la familia y de la vida», expuso, «no hay nada mejor que ser testigos agradecidos, que transmitan mediante el testimonio y con palabras bellas la alegría de estar casados, de tener una familia y valorar la identidad del ser humano creado por Dios varón y mujer».

«El que descubre que la vida y la fe son un don de Dios, un don que no se compara con nada, se siente llamado a la misión de ponerse generosamente al servicio de la vida», comentó el Arzobispo. El concepto de familia no es otro sino el de servicio, y la misma palabra en latín tenía ese significado. «El término «familia» significa ser útil a alguien, brindarse al otro, no solo brindarle cosas, sino brindarse a sí mismo», explicó, al tiempo que identificó esta vocación con el llamado de Cristo a donar la propia vida en servicio de amor.

«La disponibilidad para el servicio debe empezar en el matrimonio y extenderse luego a la familia y a la sociedad, si queremos construir una ciudad en la que se respete la vida, habite la justicia y reine la paz», concluyó Mons. Stanovnik.

Con información de AICA.

 

Fuente:: Gaudium Press

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