Arzobispo peruano recuerda la fórmula católica contra el VIH-SIDA: Abstinencia y fidelidad

Arzobispo peruano recuerda la fórmula católica contra el VIH-SIDA: Abstinencia y fidelidad

Piura (Lunes, 02-12-2013, Gaudium Press) Con motivo de la Jornada Mundial de lucha contra el VIH – Sida, el pasado 01 de diciembre, el Arzobispo de Piura, Perú, expuso la fórmula más acertada para combatir la extensión de esta pandemia en el mundo, de acuerdo a la doctrina de la Iglesia. Ante el avance del contagio, la receta es recuperar un estilo de vida saludable y acorde a la voluntad de Dios.

«La Iglesia insiste en la adecuada prevención, desde el contexto humano más amplio de la educación al amor», comentó el Arzobispo, en declaraciones divulgadas por ACI. «Es imprescindible promover estilos de vida saludables que correspondan a la naturaleza del ser humano, que privilegien la postergación de las relaciones sexuales hasta el matrimonio y la fidelidad en el mismo, así como el rechazo frontal de la promiscuidad».

Esta visión de la sexualidad humana, que aborda de manera integral las dimensiones afectiva y espiritual del ser humano, ha sido una ausencia notoria en muchos esfuerzos contra la enfermedad. «Se debe reconocer que los medios terapéuticos son insuficientes para frenar la diseminación de la infección por VIH/SIDA», afirmó Mons. Eguren. Según explicó, la experiencia alrededor del mundo demuestra que el avance médico es insuficiente si no se corrigen las conductas asociadas al contagio del mal,.

Educación y caridad

La Iglesia propone el cambio de la conducta y el respeto de las leyes divinas como estrategia contra el VIH – Sida, pero no abandona a las personas que sufren la enfermedad, liderando la atención a los pacientes con esta patología, sobre todo en sociedades de escasos recursos. «Esta fecha es también ocasión privilegiada para renovar nuestro llamado a no estigmatizar ni discriminar a quienes padecen tan grave enfermedad», exhortó el Arzobispo.

«Recordemos que Dios ama con predilección a estos pequeños hijos suyos que cargan con una pesada cruz de sufrimiento y dolor», asgregó, al tiempo que recordó las expresiones locales de este drama en su comunidad. «la infección por VIH-SIDA, verdadera epidemia de nuestros tiempos, tiene un rostro concreto en tierras piuranas, siendo fuente de sufrimiento para cientos de hermanos nuestros, entre hombres, mujeres -incluyendo a madres gestantes en espera de dar a luz- y niños: anualmente fallecen personas por esta causa y lamentablemente no paran de registrarse decenas de nuevos casos».

A todos los afectados y sus familias, la Iglesia ofrece su ayuda espiritual y material según sus necesidades, según el compromiso de caridad mandado por Jesucristo. Según expuso Mons. Eguren, la comunidad de creyentes renovó en la Jornada «nuestro compromiso de estar junto a aquellos hermanos afectados directamente por este mal y sus familiares, con nuestras oraciones y nuestra caridad cristiana».

Con información de ACI.

 

Fuente:: Gaudium Press

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