Iglesia reconoce virtudes heroicas de Siervo de Dios Rafael Cordero: laico de color nacido en Puerto Rico

Ciudad del Vaticano (Jueves, 12-12-2013, Gaudium Press) A través de un decreto autorizado por el Papa Francisco el pasado 09 de diciembre, la Congregación para la Causa de los Santos declaró que el Siervo de Dios Rafael Cordero Molina vivió de forma heroica las virtudes cristianas, lo cual constituye un notable avance en su causa de beatificación. Su dedicación caritativa a la educación de los niños, su devota práctica religiosa y su ejercicio como catequista hacen de este seglar puertorriqueño nacido en 1790 un ejemplo de cómo la vida cristiana puede ejercer una notable influencia social.

Conocido en Puerto Rico como un prócer de la abolición de la esclavitud – condición que retrasó el avance de la causa por la necesidad de comprobar la autenticidad de su fama de santidad – el Siervo de Dios consiguió transformar un aspecto la realidad de su nación a través de a través de la educación cristiana.

Rafael Cordero no pudo estudiar en una escuela a causa del color de su piel, de forma que fue educado por sus padres. En 1810 decidió ofrecer gratuitamente clases para niños negros a quienes instruía también en la fe católica. Con el paso de los años le fueron confiados los hijos de familias blancas por su fama de buen educador y serían sus alumnos algunos de los más influyentes promotores de la abolición de la esclavitud en su país.

Gracias a los principios que el Siervo de Dios inculcó a sus alumnos, esta nueva generación comenzó «a soñar una sociedad diferente», relató a ACI el Abad Óscar Rivera, Postulador de la Causa. Desafortunadamente la forma como se destacó públicamente su figura hizo énfasis en este aspecto y «se había ocultado su dimensión religiosa, como católico práctico, catequista».

Sobre el avance de la Causa del Siervo de Dios el abad Rivera recordó que «en 2009 la Comisión de Peritos en Historia del Vaticano dio su visto bueno a la fama de santidad del Maestro Rafael. En el 2012 los teólogos dieron su veredicto de que había vivido las virtudes cristianas de forma heroica», por cuanto faltaba la confirmación a través del decreto concedido el 09 de diciembre. El sacerdote encontró providencial que el anuncio llegara en la fiesta de un Santo latinoamericano: San Juan Diego Cuauhtlatoatzin y en la fiesta litúrgica de la Inmaculada Concepción, celebrada en esa fecha en Puerto Rico.

Con información de ACI.