Confesionario San Damián: Una nueva tecnología al servicio de sordos y mudos

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Phoenix (Lunes, 16-12-2013, Gaudium Press) El Sacramento de la Penitencia presenta dificultades especiales para las personas que no pueden oír o hablar con facilidad. Para ayudar en la pastoral de estos fieles, un sacerdote filipino en Estados Unidos, el P. Romuald Zantua, diseñó el Confesionario San Damián, que incorpora la ayuda de dos computadores para facilitar la comunicación al tiempo que se garantizan el secreto y las condiciones para celebrar el sacramento. Su invención espera la aprobación de la Santa Sede.

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El objetivo de la herramienta es facilitar el acceso al sacramento de la Penitencia a fieles con necesidades especiales. Foto: Emilio Labrador.

Normalmente, quienes presentan dificultades de habla o escucha recurren a sacerdotes especialmente instruidos en lenguaje de señas o se comunican escribiendo sus faltas en el confesionario, tras lo cual reciben indicaciones, consejos y la penitencia por parte del confesor por escrito. Ambas formas tienen limitaciones, sin embargo.

Si se usa el lenguaje de señas (contando con que los sacerdotes debidamente capacitados son escasos) el penitente no puede usar un confesionario tradicional y permanecer anónimo. Si se usa el método de escribir las faltas, los papeles empleados deben ser destruidos (preferiblemente quemados) para preservar el secreto de confesión y el tiempo destinado al Sacramento se extiende considerablemente.

Un confesionario especial

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Simulación del sistema empleado por el confesionario. Foto:StDamien.org.

Con estas consideraciones en mente, el P. Zantua diseño una ayuda tecnológica: Un confesonario provisto de dos ordenadores que están desconectados de cualquier red externa y sólo pueden usarse para este fin. Los equipos se conectan a través de un cable y un programa especial intercambia mensajes de texto entre el penitente y el confesor sin guardar registro alguno y borrando las palabras de manera inmediata después de ser leídas. El penitente está físicamente presente junto al confesor y éste pronuncia las palabras de la absolución que, aunque no sean oídas en realidad, dan plena validez al sacramento.

El diseño tiene un especial cuidado para garantizar el secreto de la confesión. La comunicación no se realiza de manera inalámbrica para impedir cualquier interceptación. Los mensajes tanto del penitente como del confesor aparecen en pantalla pero no se archivan de manera alguna, y se borran de forma automática al culminar el Sacramento. El teclado convencional permite que la comunicación sea más ágil que la escritura en papel y los penitentes pueden conservar el anonimato gracias al uso de un confesionario tradicional.

La interfaz diseñada para este fin fue simplificada al máximo para que no se requiera un mayor conocimiento tecnológico que la simple escritura a través de un teclado, con botones visibles de para dar inicio a la confesión y terminarla, y presentación del texto del Acto de Contrición, al igual que un video pregrabado de la fórmula de absolución en lenguaje de señas para que el penitente «escuche» las palabras que el sacerdote confesor está pronunciando sobre él como parte esencial del Sacramento.

Según CBCP News, la herramienta fue presentada a la Oficina Nacional Católica para el Sordo durante su Semana Pastoral anual en Phoenix, Estados Unidos, y a la Asociación Nacional Católica sobre Discapacidad. Actualmente el sistema espera la aprobación de la Santa Sede para que, con el permiso de uso del Obispo de cada Diócesis, el Confesionario San Damián sea una herramienta útil para la pastoral de personas con dificultades auditivas o del habla.

Con información de CBCP News y StDamien.org.

 

Fuente:: Gaudium Press

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