A la ro ro Niño : La bella tradición de arrullar al Niño Jesús
Ciudad de México (Martes, 24-12-2013, Gaudium Press) Cada año, con ocasión de las Navidad, las familias preparan y disponen en sus hogares los hermosos y tradicionales belenes. No puede faltar la Virgen María, San José, los ángeles, los pastores, la mula, el buey, las ovejas y otros animales; pero sobre todo la imagen del Niño Jesús recién nacido.
Una hermosa tradición en torno al nacimiento, y especialmente al Niño Jesús, ocurre cada año en muchos de los hogares mexicanos, donde el Divino Infante, antes de ser colocado en el pesebre, es arrullado con la tradicional canción «a la roro Niño»
Los padrinos
Todo comienza días antes de la Navidad. Las familias mexicanas se preparan para este gran acontecimiento de manera muy formal y con tiempo prudencial buscando los padrinos que tendrán el honor de arrullar, acostar y presentar la imagen del Niño Jesús, en la noche del 24, víspera de la festividad de la natividad. Este padrinazgo puede durar incluso unos 3 años.
Pero los padrinos no solo tienen tal honor. Ellos, antes de la festividad, deben recoger al Niño en la casa de la familia a quien pertenece la imagen, llevarla a la Misa de Gallo y arrullarla al final de la celebración Eucarística. Para esta importante labor es tradición poner al Divino Niño en una charola o cojín decorada con motivos navideños.
Una vez concluida la Misa, la imagen se lleva a la casa de su familia donde se arrulla de nuevo ante los ojos de todos y con la tradicional canción «a la ro ro Niño»; y antes de colocarse en el pesebre se da a besar a cada uno de los presentes, comenzando con los niños, hasta los más grandes.
Los padrinos del Divino Infante, deben vestir también la imagen para la Solemnidad de la Presentación de Jesús en el Templo, el 2 de febrero. |
Al concluir el arrullo del Niño Dios, los padrinos ofrecen dulces a la familia dueña de la imagen, que a su vez agradece a lo padrinos con una cena.
Tras la Navidad, la Presentación en el Templo
El compromiso de los padrinos no concluye en Navidad. Días antes del 2 de febrero, cuando la Iglesia Católica celebra la Solemnidad de la Presentación de Jesús en el Templo, deben recoger de nuevo la imagen, llevarla respetuosamente a su casa y vestir hermosamente al pequeño Niño, para llevarlo a la Santa Misa del 2 de febrero.
Con información de SIAME.
Fuente:: Gaudium Press