Irlanda fue consagrada al Inmaculado Corazón de María: «Estamos llamados a dar un «sí» continuo a Dios»
Knock (Viernes, 16-08-2013, Gaudium Press) El Cardenal Sean Brady, Presidente de la Conferencia Episcopal Irlandesa, presidió el solemne Acto de Consagración de Irlanda al Inmaculado Corazón de María el pasado 15 de agosto, solemnidad de la Asunción de Nuestra Señora. La oración de consagración se realizó después de la Eucaristía de la Novena Anual a Nuestra Señora de Knock, en la Basílica de Nuestra Señora en Mayo, el principal santuario mariano del país, con una asistencia de cerca de 15 mil peregrinos.
La homilía de esta trascendental celebración estuvo a cargo de Mons. Eamon Martin, Arzobispo coadjutor de Armagh, quien reflexionó sobre la entrega sin límites hecha por la Santísima Virgen en la Anunciación, cuando se ofreció como esclava para el cumplimiento del plan de salvación de Dios. «Al decir «sí», María le dio a Dios el mayor regalo que la humanidad podría haberle ofrecido: el don de su amor maternal», declaró el Arzobispo.
El «sí» de cada día
«El sí de María nos invita a reflexionar sobre nuestra respuesta al llamado de Dios», explicó el prelado, quien invitó a los católicos a superar las dificultades impuestas por la vida moderna y centrar toda la atención en el Señor. «Estamos invitados, en plena libertad, a decir «sí» a Dios como María lo hizo, una y otra vez». Mons. Martin explicó que el acto de entrega de la Santísima Virgen no terminó al retirarse el arcángel, sino que se profundizó en cada acto de su vida en unión a la vida de su Hijo: «Está todo en los misterios del Rosario: las cuentas marcan los «sí» después del «sí», después del «sí» a Dios».
María también profundizó en la contemplación de la obra de Dios, guardando todo en su corazón, explicó el Arzobispo. «De esta forma, mientras rezamos el Rosario, podemos unirnos con su Inmaculado Corazón y entrar con Ella en los grandes misterios de nuestra salvación», agregó. El prelado recordó las enseñanzas del Beato Juan Pablo II, quien recomendó especialmente tomar a la Santísima Virgen como maestra, para ver a Jesús a través de sus ojos.
Un ofrecimiento especial
Mons. Martin también expresó que la Consagración a Dios a través de María es la fuente de la transformación del país «desde dentro», para recuperar el contacto con Cristo, Camino, Verdad y Vida, fuente de la esperanza. Las últimas palabras de la Santísima Virgen en el Evangelio son «haced lo que Él os diga». Por este motivo, «no se sorprendan al inicio de esta novena en Knock si escuchan el llamado de Dios a hacer algo significativo y espacial por Él». El Arzobispo afirmó que no hay que temer responder afirmativamente a Dios, ya que Él dará la gracia para cumplir su voluntad.
Finalmente, el prelado explicó que la Consagración es un acto que exige siempre algo de quien lo realiza: «Invita a una continua conversión y un dar de sí mismos, un progresivo «sí» a los valores del Evangelio». El Arzobispo pidió a los católicos renovar su «sí» a la fe, al respeto a la vida, a la caridad, al perdón y la reconciliación. Como un consejo práctico Mons. Martin exhortó a «nutrir su confianza, su «sí» a Dios, rezando el Rosario todos los días y empleando tiempo regularmente frente a la presencia real de Jesús en la Eucaristía. Allí, cuenta a cuenta, misterio tras misterio, contemplar a Jesús con María».
Con información de Conferencia de Obispos Católicos de Irlanda.
Fuente:: Gaudium Press