Santiago (Viernes, 29-11-2013, Gaudium Press) «Un Rosario de Amor por la Vida» es una iniciativa que organizan fieles católicos y que tiene como fin consagrar Chile a la Santísima Virgen, para que el país siga promoviendo iniciativas que resguarden el derecho a la vida.

1.jpg
Esta petición se realizará en cada Eucaristía a realizarse el próximo domingo 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción.

Durante el desarrollo de este proyecto, se han enviado a las parroquias de Chile 150 mil tarjetas de oración del Rosario, de las cuales 50 mil incluyen un denario rezado y elaborado por internas del Centro Penitenciario Femenino.

Esta campaña cuenta con la bendición y el apoyo del Arzobispo de Santiago y presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Ricardo Ezzati, quien manifestó su deseo de que las personas se unan con mucho entusiasmo a esta oración «para que nuestro país sea un ejemplo de respeto a la dignidad de cada niño que está por nacer».

Más información en el Facebook de la campaña

Fuente: Un Rosario de Amor por la Vida

 

 

Fuente:: Gaudium Press

Leer más http://es.gaudiumpress.org/content/53419

La fe no es un hecho privado, adorar a Dios hasta el final, a pesar de la apostasía y las persecuciones, pide el Papa en su homilía
(RV).- (Con audio) La fe no es un hecho privado, adorar a Dios hasta el final, a pesar de la apostasía y las persecuciones, pide el Papa en su homilíaHay “poderes mundanos” que querrían que la religión fuera “una cosa privada”. Pero a Dios, que ha vencido el mundo, se lo adora hasta el final “con confianza y fidelidad”. Es el pensamiento que el Papa Francisco ofreció esta mañana durante la homilía de la Misa celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta. Los cristianos que hoy son perseguidos – dijo – son el signo de la prueba que anuncia la victoria final de Jesús.
En la lucha final entre Dios y el Mal, que la liturgia propone al final del año, hay una gran insidia, que el Papa llama “la tentación universal”. La tentación de ceder a los halagos de quien quisiera salirse con la suya sobre Dios. Pero precisamente quien cree, tiene un punto de referencia límpido hacia el cual mirar. Es la historia de Jesús, con las pruebas que padeció en el desierto y después las “tantas” soportadas en su vida pública, sazonadas con “insultos” y “calumnias”, hasta la afrenta extrema, la Cruz, pero donde el príncipe del mundo pierde su batalla ante la Resurrección del Príncipe de la paz. El Papa Francisco indicó estos pasajes de la vida de Cristo porque en el trastorno final del mundo, descrito en el Evangelio, la puesta en juego es más alta que el drama representado por las calamidades naturales:
“Cuando Jesús habla de estas calamidades en otro pasaje nos dice que se producirá una profanación del templo, una profanación de la fe, del pueblo: que se producirá la abominación, se producirá la desolación de la abominación. ¿Qué significa eso? Será como el triunfo del príncipe de este mundo: la derrota de Dios. Parece que él, en aquel momento final de calamidades, parece que se adueñará de este mundo, será el amo del mundo”.

He aquí el corazón de la “prueba final”: la profanación de la fe. Que, entre otras cosas, es muy evidente – observó Francisco – dado lo que padece el profeta Daniel, en el relato de la primera lectura: echado en la fosa de los leones por haber adorado a Dios en lugar de al rey. Por tanto, “la desolación de la abominación” – reafirmó el Papa – tiene un nombre preciso, “la prohibición de adoración”:
“No se puede hablar de religión, es una cosa privada, ¿no? De esto públicamente no se habla. Se quitan los signos religiosos. Se debe obedecer a las órdenes que vienen de los poderes mundanos. Se pueden hacer tantas cosas, cosas bellas, pero no adorar a Dios. Prohibición de adoración. Éste es el centro de este fin. Y cuando llegue a la plenitud – al ‘kairós’ de esta actitud pagana, cuando se cumpla este tiempo – entonces sí, vendrá Él: ‘Y verán al Hijo del hombre venir sobre una nube con gran poder y gloria’. Los cristianos que sufren tiempos de persecución, tiempos de prohibición de adoración son una profecía de lo que nos sucederá a todos”.

Y sin embargo, concluyó el Papa Francisco, en el momento en el que los “tiempos de los paganos se habrán cumplido” será el momento de levantar la cabeza, porque estrá “cerca” la “victoria de Jesucristo”:
“No tengamos miedo, sólo Él nos pide fidelidad y paciencia. Fidelidad como Daniel, que ha sido fiel a su Dios y ha adorado a Dios hasta el final. Y paciencia, porque los cabellos de nuestra cabeza no caerán. Así lo ha prometido el Señor. Esta semana nos hará bien pensar en esta apostasía general, que se llama prohibición de adoración y preguntarnos: ‘¿Yo adoro al Señor? ¿Yo adoro a Jesucristo, el Señor? ¿O un poco a medias, hago el juego del príncipe de este mundo?’. Adorar hasta el final, con confianza y fidelidad: ésta es la gracia que debemos pedir esta semana”.

(María Fernanda Bernasconi – RV).

Fuente:: News.va

Leer mas http://www.news.va/es/news/la-fe-no-es-un-hecho-privado-adorar-a-dios-hasta-e

El próximo domingo, 1 de diciembre, se celebra el Primer Domingo de Adviento y el equipo de jóvenes que desde hace un año acompaña este tiempo litúrgico a través de las Redes Sociales, ha publicado ya el material para la oración y la reflexión de cada día.

A modo de Catálogo de la Agencia de Viajes HALCONtigo, proponen las lecturas de cada día, con algún texto, música o imagen que ayude a la oración. El objetivo es caminar juntos a través de Facebook y Twitter, por este tiempo de espera.

Se trata un proyecto intercongregacional promovido por jóvenes de distintos Institutos, que tuvo su origen hace 2 años con la propuesta De camino a la Pascua.

Los materiales están muy cuidados, y la propuesta es muy atractiva. Aunque se podrá ir siguiendo todo a través de la página de Facebook 

https://www.facebook.com/decaminoabelen

los materiales también están disponibles en el siguiente enlace

http://issuu.com/halcontigo/docs/halcontigo_es?e=10040400/5786201

(CONFER)

Fuente:: SIC

Leer mas http://www.agenciasic.com/2013/11/28/nueva-edicion-de-de-camino-a-belen/

1_0_750712A mediodía de este jueves 28 de noviembre el Santo Padre Francisco ha recibido en la Sala Clementina a los participantes en la Plenaria del Pontificio Consejo para el Diálogo interreligioso, con el presidente del dicasterio, Cardenal Jean-Louis Tauran.

El Santo Padre hablando de la relación entre las distintas religiones y sacando a colación su reciente Exhortación apostólica Evangelii Gaudium, ha dicho que “una actitud de apertura en la verdad y el amor debe prevalecer en el diálogo con los creyentes de las religiones no cristianas, a pesar de los diversos obstáculos y dificultades, especialmente el fundamentalismo de ambas partes”. Sólo hay una manera de superar los obstáculos: el diálogo, marcado por la amistad y el respeto.

“Dialogar no significa renunciar a la propia identidad cuando se va al encuentro del otro, ni tampoco ceder a compromisos en la fe y la moral cristiana. Por el contrario, “la verdadera apertura implica permanecer firmes en las propias convicciones más profundas, con una identidad clara y alegre” y por lo tanto abierta a comprender las razones de los demás, capaz de las relaciones humanas respetuosas, convencidos de que el encuentro con los que son diferentes a nosotros puede ser una oportunidad para el crecimiento en la fraternidad, el enriquecimiento y el testimonio”.

Es por esta razón, dijo el Papa, que “el diálogo interreligioso y la evangelización no se excluyen, sino que se alimentan mutuamente”.

“No impongamos nada, no utilicemos ninguna estrategia solapada para atraer a los fieles, sino que demos testimonio con alegría y sencillez de lo que creemos y lo que somos. De hecho, un encuentro en el que cada uno dejara a un lado lo que cree, fingiendo renunciar a lo más preciado, ciertamente no sería una auténtica relación. En este caso se podría hablar de una fraternidad fingida. Como discípulos de Jesús, debemos esforzarnos en superar el miedo, siempre dispuestos a dar el primer paso, sin desanimarse ante las dificultades e incomprensiones”.

Tampoco es constructivo para el diálogo entre las diversas tradiciones religiosas, dijo Francisco, el difundido pensamiento según el cual la convivencia solo es posible ocultando la propia pertenencia religiosa, encontrándose en una especie de espacio neutral, carente de referencias a la trascendencia.

“También aquí: ¿cómo sería posible crear relaciones de confianza, construir una sociedad que sea una auténtica casa común, dejando a un lado lo que cada uno considera ser una parte íntima de su ser? No se puede pensar en una fraternidad de “laboratorio”. Por supuesto, es necesario que todo se realice en el respeto de las creencias de los demás, incluso de aquellos que no creen, pero hay que tener el coraje y la paciencia de acercarnos entre sí por lo que somos. El futuro está en la convivencia respetuosa de la diversidad, no en la homologación de un pensamiento único teóricamente neutral. Por lo tanto, es imprescindible el reconocimiento del derecho fundamental a la libertad religiosa, en todas sus dimensiones”.

(ER RV)

Fuente:: SIC

Leer mas http://www.agenciasic.com/2013/11/28/papa-francisco-la-verdadera-apertura-implica-permanecer-firmes-en-las-propias-convicciones-con-una-identidad-clara-y-alegre/

Mondoñedo-Ferrol pastoral juvenilLa  Jornada Interdiocesana de Pastoral Juvenil, organizada por la Delegación de Pastoral Juvenil y de la Infancia de la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol,  se celebrará este sábado día  30 de noviembre bajo el lema “Salir a las periferias existenciales de los jóvenes”, un lema que los organizadores han escogido en consonancia con el espíritu de la Nueva Evangelización.

Más de 450 jóvenes llegados de todos los rincones de las diócesis gallegas se darán cita en el nuevo templo parroquial de Sta. Mª de Caranza-Ferrol el próximo sábado, desde las diez de la mañana, para participar en la Jornada juvenil más esperada del año, que contará con cine, talleres, el Camino de Santiago, la experiencia de las Cenas Alpha, renovación carismática..

Durante la jornada, destinada a jóvenes, agentes de pastoral, catequistas, sacerdotes, consagrados, y todos los que participan de esta pastoral,  habrá talleres relacionados con experiencias de anuncio y evangelización. El Arzobispo de Santiago, Mons. Julián Barrio, acercará a los asistentes la necesidad de salir a las periferias urbanas. Otros temas que se expondrán y debatirán  a lo largo de la jornada se refieren a la acogida cristiana en el Camino de Santiago, iniciativas de primer anuncio en parroquias urbanas, las experiencias de Cenas Alpha y un acercamiento a la naturaleza y manifestaciones de la New Age y nuevas espiritualidades presentes en la sociedad.

Asimismo se proyectará la película “Un Dios prohibido”, a la que seguirá un taller sobre Cine y la Nueva Evangelización con la presencia de los productores de la película.

Los actos darán comienzo el sábado día 30 de noviembre a partir de las 10:00 horas, en los locales de la Iglesia de Santa María de Caranza (Avda. Castelao, esquina Juan de Austria, en Ferrol).

Fuente:: SIC

Leer mas http://www.agenciasic.com/2013/11/28/ferrol-punto-de-encuentro-de-la-juventud-de-galicia/

El futuro está en la convivencia respetuosa de la diversidad entre las religiones
(RV).- A mediodía el Santo Padre Francisco ha recibido en la Sala Clementina a los participantes en la Plenaria del Pontificio Consejo para el Diálogo interreligioso, con el presidente del dicasterio, Cardenal Jean-Louis Tauran.
El Santo Padre hablando de la relación entre las distintas religiones y sacando a colación su reciente Exhortación apostólica Evangelii Gaudium, ha dicho que «una actitud de apertura en la verdad y el amor debe prevalecer en el diálogo con los creyentes de las religiones no cristianas, a pesar de los diversos obstáculos y dificultades, especialmente el fundamentalismo de ambas partes». Sólo hay una manera de superar los obstáculos: el diálogo, marcado por la amistad y el respeto.
“Dialogar no significa renunciar a la propia identidad cuando se va al encuentro del otro, ni tampoco ceder a compromisos en la fe y la moral cristiana. Por el contrario, «la verdadera apertura implica permanecer firmes en las propias convicciones más profundas, con una identidad clara y alegre» y por lo tanto abierta a comprender las razones de los demás, capaz de las relaciones humanas respetuosas, convencidos de que el encuentro con los que son diferentes a nosotros puede ser una oportunidad para el crecimiento en la fraternidad, el enriquecimiento y el testimonio”.
Es por esta razón, dijo el Papa, que “el diálogo interreligioso y la evangelización no se excluyen, sino que se alimentan mutuamente”.
“No impongamos nada, no utilicemos ninguna estrategia solapada para atraer a los fieles, sino que demos testimonio con alegría y sencillez de lo que creemos y lo que somos. De hecho, un encuentro en el que cada uno dejara a un lado lo que cree, fingiendo renunciar a lo más preciado, ciertamente no sería una auténtica relación. En este caso se podría hablar de una fraternidad fingida. Como discípulos de Jesús, debemos esforzarnos en superar el miedo, siempre dispuestos a dar el primer paso, sin desanimarse ante las dificultades e incomprensiones”.
Tampoco es constructivo para el diálogo entre las diversas tradiciones religiosas, dijo Francisco, el difundido pensamiento según el cual la convivencia solo es posible ocultando la propia pertenencia religiosa, encontrándose en una especie de espacio neutral, carente de referencias a la trascendencia.
“También aquí: ¿cómo sería posible crear relaciones de confianza, construir una sociedad que sea una auténtica casa común, dejando a un lado lo que cada uno considera ser una parte íntima de su ser? No se puede pensar en una fraternidad de «laboratorio». Por supuesto, es necesario que todo se realice en el respeto de las creencias de los demás, incluso de aquellos que no creen, pero hay que tener el coraje y la paciencia de acercarnos entre sí por lo que somos. El futuro está en la convivencia respetuosa de la diversidad, no en la homologación de un pensamiento único teóricamente neutral. Por lo tanto, es imprescindible el reconocimiento del derecho fundamental a la libertad religiosa, en todas sus dimensiones”.
ER RV

Fuente:: News.va

Leer mas http://www.news.va/es/news/el-futuro-esta-en-la-convivencia-respetuosa-de-la

Antonio Mª Rouco VarelaMons. Antonio Mª Rouco Varela      El camino de la fe lleva al hombre que cree en la Palabra de Dios a una conclusión final: Jesucristo es el Rey del Universo. El verdadero creyente profesa y proclama que Jesucristo es el Rey del Universo como la suprema verdad que ilumina toda la existencia del hombre sobre la tierra: su origen, su fundamento, su destino, su fin último. Todos los grandes enigmas que envuelven la existencia humana y que el hombre con su sola razón no sabe ni puede resolver, quedan aclarados por Jesucristo “imagen de Dios invisible, primogénito de toda criatura” (Col 1,15). Hoy nuestro Santo Padre Francisco clausura el Año de la Fe, iniciado por su predecesor el Papa Benedicto XVI, el 11 de octubre del pasado año, en el 50 aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II. Un Año de la Fe que en Madrid hemos querido vivir con ánimo e impulso “misionero”, alentados por la experiencia espiritual y apostólica de la Jornada  Mundial de la Juventud Madrid 2011: “una verdadera cascada de luz”, “una estupenda manifestación de fe para España y para el mundo”, “una nueva evangelización vivida” (Benedicto XVI, Audiencia General, 24 de agosto de 2011; Discurso a la Curia Romana con motivo de las felicitaciones de Navidad, 22 de diciembre de 2011).

Con “Misión-Madrid” tratamos de responder a la llamada del Papa en el año 2012/2013 y nos proponemos seguir haciéndolo en el presente curso 2013/2014. Hemos hecho balance de los frutos de evangelización cosechados hasta ahora en nuestra Carta sobre “Un nuevo Curso Pastoral de la Misión-Madrid” del pasado 15 de junio. Ya inmersos en él con la intensa preparación de la misión en los Colegios y con las iniciativas emprendidas para dinamizar con un nuevo y fresco espíritu misionero, sobre todo a nuestras comunidades parroquiales, es bueno volver a plantearse la pregunta de si Jesucristo, el Redentor del hombre, el Rey del Universo, ha constituido el centro de nuestra vida espiritual, de nuestra acción pastoral y de nuestro testimonio cristiano en la sociedad y ante el mundo. Porque no podemos olvidar lo que Benedicto XVI advertía al convocar el Año de la Fe: “Sucede hoy con frecuencia que los cristianos se preocupan mucho por las consecuencias sociales, culturales y políticas de su compromiso cristiano, al mismo tiempo que siguen considerando la fe como presupuesto obvio de la vida común. De hecho este presupuesto no sólo no aparece como tal, sino que incluso con frecuencia es negado” (Porta Fidei, 1). Y es negado en su núcleo y objeto central: Nuestro Señor Jesucristo, Hijo de Dios, hecho hombre por nosotros, muerto y resucitado por nuestra salvación. El ateísmo y el agnosticismo contemporáneos incluyen en sus negaciones e “ignorancias” a Dios y a Aquél a quien ha enviado, a Nuestro Señor Jesucristo. Lo niegan e ignoran en la teoría y en la práctica. En el fondo intelectual y existencial de sus teorías y actitudes se esconde la afirmación del poder absoluto del hombre sobre sí mismo y sobre toda la realidad que le circunda sin límite de espacio y de tiempo, es decir, se encuentra la concepción y el ideal del “super hombre”, a quien estorba Dios y a quien estorba, muy especialmente, el “Dios con nosotros”, clavado y muerto en una cruz, resucitado y Señor de cielo y tierra. El fruto pastoral de toda evangelización y de cualquier empeño misionero de la Iglesia ?con especial urgencia y gravedad en nuestro tiempo? tiene una medida y un punto de partida decisivo para que pueda lograrse, expresado lapidariamente por Pablo VI: “No hay evangelización verdadera mientras no se anuncie el nombre, la doctrina, la vida, las promesas, el misterio de Jesús de Nazareth, Hijo de Dios” (Evangelii Nuntiandi, 4). Anuncio de palabra y testimonio de vida que transparente la palabra de la vida. Anuncio, que le trasluzca a Él, el Redentor del hombre: a Él, ¡Jesucristo Rey del Universo!

La pregunta planteada, cuando estamos poniendo en marcha nuestro segundo año de “Misión-Madrid”, y en este Domingo, último del Año Litúrgico, en el que la Iglesia celebra la Solemnidad de Jesucristo Rey del Universo, se nos llena de la plenitud del significado del Reinado de Cristo para nuestras vidas y las de todos nuestros contemporáneos: ¿es en Cristo, en quien enraizamos nuestro pensamiento, nuestra memoria, nuestra voluntad, por la fe profesada, confesada y vivida en la Comunión de la Iglesia? ¿Podemos afirmar sinceramente, sin reserva alguna, que es la Iglesia “el aire en el que mi fe respira y el suelo sobre el que se yergue”, que “Ella es propiamente la que cree”, que “la Iglesia cree en mí”? (Romano Guardini, Vom Leben des Glaubens, 133). Puesto que “lo que se comunica en la Iglesia, lo que se trasmite en su Tradición viva, es la luz nueva que nace del encuentro con el Dios vivo, una luz que toca a la persona en su centro, en el corazón, implicando su mente, su voluntad y su afectividad, abriéndola a relaciones vivas en la comunión con Dios y con los otros” (Papa Francisco, Lumen Fidei, 40).

 

He aquí, nuestro principal reto para la “Misión-Madrid” en el curso pastoral 2013/2014 en la perspectiva abierta por el Año de la fe, que hoy concluye, y actualizada por el Magisterio del Papa Francisco: ¡anunciar a Jesucristo y darlo a conocer con obras y palabras a los niños y a los jóvenes de Madrid!; ¡ofrecerlo de nuevo a las familias madrileñas como el infinita y tiernamente cercano en todas sus situaciones personales y sociales, dolorosas y problemáticas ?aunque también en las gozosas y esperanzadoras? en las que se encuentran! “«¡Qué bien se está aquí!», poniendo a Cristo, la fe, la esperanza, el amor que él nos da, en nuestra vida”. Así glosaba el Papa Francisco para los jóvenes de la JMJ Río de Janeiro 2014, el Evangelio de la Transfiguración (Papa Francisco, Homilía en el acto de acogida de la Jornada Mundial de la Juventud, 25 de julio de 2013). Sí, una excelente exhortación para la “Misión-Madrid 2013-2014”, que cobra un relieve espiritual y apostólico y una amplitud y profundidad evangelizadora singulares contemplando a Jesucristo Rey del Universo y uniéndose a la plegaria de la Iglesia, dirigida al Padre en la Liturgia de su Solemnidad: “haz que toda la creación, liberada de la esclavitud del pecado, sirva a tu majestad  y te glorifique sin fin”.

Con María Reina, junto a su Divino Hijo, Madre y Señora nuestra, al pie de la Cruz, nos será fácil edificar y enraizar nuestras vidas y nuestro apostolado en Él, “firmes en la fe”. ¡Pidámoselo de corazón a esa Divina Madre, María, a quien invocamos en Madrid tiernamente como Nuestra Señora de La Almudena!

Con todo afecto y con mi bendición,

+ Antonio Mª Rouco Varela

Cardenal Arzobispo de Madrid

Fuente:: Mons. Antonio Mª Rouco Varela

Leer mas http://www.agenciasic.com/2013/11/28/jesucristo-rey-del-universo-al-finalizar-el-ano-de-la-fe/

Mons. Joan PirisMons. Joan Piris      En todas partes se habla hoy de formación y de la necesidad de la formación permanente, de actualizarse, de ponerse al día… Ciertamente, la formación es una necesidad pero también es una tarea delicada, como podrán acreditar tantos formadores.

En la Iglesia, la formación concierne a todos los bautizados porque todos estamos llamados a ejercer un ministerio y, para hacerlo bien, necesitamos unir la reflexión y la acción: “¿Quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos y a ver si tiene para acabarla?” (Lc 14, 28).

En la Iglesia de Lleida, como en todas partes, nos esforzamos en preparar a los que llamamos agentes de pastoral y animadores de comunidad. Se trata de una formación para la Misión pero, aunque les dedicamos una atención particular durante al menos dos cursos, no intentamos formar especialistas sino acompañar a unos cristianos/as a conseguir una madurez particular consistente en armonizar mentalidad (actitudes) y acción (unidad de vida) en función de la Misión que deben desarrollar.

“La formación de los fieles laicos tiene como objetivo fundamental el descubrimiento cada vez más claro de la propia vocación y la disponibilidad cada vez mayor para vivirla, en el cumplimiento de la propia misión. Esta vocación y misión personal definen la dignidad y la responsabilidad de cada fiel laico y constituyen el punto de apoyo de toda la obra formativa, ordenada al reconocimiento gozoso y agradecido de tal dignidad y al desempeño fiel y generoso de tal responsabilidad” (Christifideles Laici 58).

Todos los dones que hemos recibido deben vivirse orientados al bien común, conociendo el mundo en que vivimos, meditando y buscando, a la luz del Evangelio, las actitudes que debemos tener y procurando responder con creatividad a las diversas situaciones para contribuir al crecimiento del Reino. Por ello, la columna vertebral de la formación cristiana es la Lectura creyente de los Signos de los Tiempos: o sea, aprender a discernir en cada situación qué respuesta debemos dar a las llamadas del Señor que sigue presente y actuante en la historia humana. Y un aprendizaje que debe hacerse en diálogo, en relación con los demás, en un espacio comunitario, procurando la unidad de vida en torno al Evangelio, creciendo en fraternidad y en un estilo de relaciones que ayude a crecer en comunión y en tendencia hacia la unidad. Esta manera de hacer es en sí misma ya un testimonio lleno de significado.

Estamos preparando un grupo de dieciséis personas y, el próximo mes de enero, queremos empezar una segunda promoción. Ciertamente, pedimos que los candidatos/as sean presentados por su comunidad cristiana. Esto puede parecer una cierta selección, pero no se trata de favorecer que algunos tengan mayor poder en la Iglesia porque saben más. Se trata de acompañar a personas con una cierta vocación y vinculación eclesial, ayudando a crecer en la vitalidad de su fe, a descubrir los talentos que han recibido de Dios, y encontrar ocasiones de ponerlos al servicio de los hermanos en una Iglesia cada vez más ministerial y corresponsable.

Recibid el saludo de vuestro hermano obispo,

+ Joan Piris Frígola,

Obispo de Lleida

Fuente:: Mons. Joan Piris

Leer mas http://www.agenciasic.com/2013/11/28/una-tarea-urgente-y-delicada/

Mons. Juan del RíoMons. Juan del Río     El ser humano tiene un derecho inalienable a su propia intimidad. No hay nada más incómodo que cuando nos sentimos observados con maledicencia por los otros. Llevar el control de la vida de los demás es un “deporte” muy común. Los sofisticados medios de investigación y vigilancia entre los Estados están muy de actualidad, y en ocasiones producen escándalos, con la consecuente alarma social. Así, ponemos vigilantes por todos los sitios, pero el hombre se ha olvidado de vigilarse a sí mismo.

Sin embargo, cuando la fe cristiana afirma que Dios es omnipresente, que vivimos y existimos en su divina presencia, nada tiene que ver con sentirnos vigilados por un Ser supremo que aguarda nuestras caídas, sino que es todo lo contrario: Él nos protege con su amor, ilumina nuestra mente, cuida de nuestros pasos, y respeta la libertad humana de tal modo, que dirá san Agustín: “Dios que te creó sin ti, no te salvará sin ti”.

Ahora comenzamos el Año litúrgico con el tiempo de Adviento que corresponde a las cuatros semanas que anteceden al Nacimiento del Hijo de Dios. Ya las iglesias de Hispania y Galia conocieron durante el siglo IV un periodo de preparación espiritual para las fiestas de la Navidad y Epifanía, será en el pontificado de Gregorio Magno (590-604) cuando se consagra como la llamada anual a la espera vigilante de la venida de Cristo, que vino en carne mortal en Belén, que vendrá al final de los tiempos y que viene constantemente en los sacramentos de la Iglesia. Los modelos de esta expectación de gozo y conversión, nos la ofrecerá la Palabra de Dios de estos días: el profeta Isaías, Juan el Bautista, María y José.

La vida se va en “un suspiro”. No sabemos el momento de nuestra partida, cuando demos cuenta a Dios de nuestras acciones. Nadie tiene seguro que el pecado o equivocación que ha cometido tal persona, no se pueda dar en mí. Toda la predicación evangélica que es una continua llamada a estar en actitud vigilante contra los enemigos de la fe, pero también contra la complicidad que ofrecen nuestra malas inclinaciones: “vigilad y orad para no caer en la tentación, porque si bien el espíritu está bien dispuesto, la carne es débil” (Mt 26,41). San Pablo compara esta vigilancia a la de un soldado que ha de estar bien armado para que no se deje sorprender (cf. 1Tes 5,4—11).

Somos un misterio para cada unos de nosotros. La virtud de la vigilancia tiene su raíz en el conocimiento de uno mismo. Es necesario no asustarse de entrar “en la bodega interior”. A tener muy presente nuestra débil naturaleza humana. Debemos ser conocedores de la gran tendencia a adormecernos con las cosas materiales y los afectos desordenados. Cuando no vigilamos nuestro mundo interior, fácilmente sucede que nos quedamos ciegos para las cosas de Dios,  olvidamos los grandes valores humanos y caemos en la soberbia de la vida.

El tiempo de Adviento “espolea”  nuestro sentimiento y voluntad para que estemos atentos a las insidias del diablo, a huir de la mundanización,  a no infravalorar que el vértigo de la pasión ciega la mente y a no dejarse dominar por el miedo. Para ello es necesario, intensificar la oración, haced un buen examen de conciencia y confesión, perseverar en el bien obrar, estar atentos a las pequeñas cosas de cada día, y crecer en generosidad con todos, principalmente con los más pobres. En fin, como dice san Bernardo: “Me pondré de centinela de mi mismo, me plantaré en la atalaya, vigilaré, porque la vida presente es tiempo de lucha”.

+ Juan del Río Martín

Arzobispo Castrense de España

Fuente:: Mons. Juan del Río

Leer mas http://www.agenciasic.com/2013/11/28/vigilantes-pero-no-vigilados/

Fiesta de fin de añoMons. Antonio Algora    No estoy confundido. La Iglesia, con la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, termina el Año Litúrgico. Y, en esta ocasión, celebramos también la clausura del Año de la fe.

El Papa Benedicto XVI nos regaló este Año de la fe que hoy termina. En la Carta Porta fidei, expresó el objetivo por lograr: «Durante este tiempo, tendremos la mirada fija en Jesucristo, “que inició y completa nuestra fe” (Hb 12, 2): en él encuentra su cumplimiento todo afán y todo anhelo del corazón humano. La alegría del amor, la respuesta al drama del sufrimiento y el dolor, la fuerza del perdón ante la ofensa recibida y la victoria de la vida ante el vacío de la muerte, todo tiene su cumplimiento en el misterio de su Encarnación, de su hacerse hombre, de su compartir con nosotros la debilidad humana para transformarla con el poder de su resurrección. En él, muerto y resucitado por nuestra salvación, se iluminan plenamente los ejemplos de fe que han marcado los últimos dos mil años de nuestra historia de salvación» (Porta fidei, 13).

Ejemplos de fe que están sometidos a una permanente renovación por el Espíritu Santo que se nos ha dado. Comenzamos el Año de la fe, por una clara voluntad del Papa de querer señalar el comienzo de la renovación conciliar. En efecto fue el 11 de octubre de 1962, cuando comenzó la primera sesión del Concilio Vaticano II que tanta fuerza del Espíritu ha traído a la Iglesia.

En este domingo último, en el que la Iglesia celebra la Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, debe haber en nosotros, el Pueblo de Bautizados, una doble dimensión en la mirada fija en Jesucristo: Contemplo al Señor que está con nosotros viviendo en nosotros traspasando las barreras del tiempo y del espacio: «Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Final del Evangelio de San Mateo) Es la Pascua, el paso del Señor por nuestra historia y nosotros nos hemos sentido «tocados» por la gracia a lo largo de este Año de la fe. Experimento por todas las parroquias por las que paso una fortaleza especial que nos damos unos a otros. La comunión eclesial y el sentido de pertenencia responsable a la aventura histórica eclesial en medio de tantas dificultades con las que se encuentra hoy la persona creyente, nos hace sentir felices en nuestros encuentros y celebraciones mil. Ciertos en nuestra fe y con un orgullo creciente de ser e identificarnos como católicos.

Sin embargo, dentro de esta doble dimensión que hay en nuestra mirada fija en el Señor Jesús, no solo es un experimentar su presencia aquí y ahora, sino la especial fuerza que nace de saber (nos lo dice hoy la celebración) que Jesucristo vendrá como Rey y Señor de la Historia humana con el triunfo más absoluto sobre el mal, el pecado y la muerte. Quiere esto decir que nuestro avanzar, tantas veces penoso, en la dirección que nos marca el Reino de Dios: Verdad y Vida, Santidad y Gracia, Justicia Paz y Amor. Alienta los trabajos de la Iglesia «en él –en Jesucristo– encuentra su cumplimiento todo afán y todo anhelo del corazón humano». Nos ha dicho el Papa y nos vemos así reflejados por nuestra experiencia personal. Los logros del testimonio de fe no son para vencer nosotros sobre nadie, sino por ofrecer a todos una orientación definitiva, que no defrauda nunca, que alienta la esperanza contra todo derrotismo.

Necesita nuestra sociedad gentes de futuro que tengan la mirada puesta en lo que se puede lograr sin quedarse en la eterna lamentación de lo malo malísimo que es el mundo. La Historia humana gime con dolores esperando el parto de su liberación. Esta ha llegado en Jesucristo y nosotros hacemos avanzar nuestro momento histórico hacia Él.

Vuestro obispo,

† Antonio Algora

Obispo de Ciudad Real

Fuente:: Mons. Antonio Algora

Leer mas http://www.agenciasic.com/2013/11/28/fiesta-de-fin-de-ano/