El Museo Diocesano de Zamora inaugura una exposición con pinturas del siglo XVI sobre el ciclo de la vida de Cristo
Desde el lunes el Museo Diocesano de Zamora acoge su tercera exposición temporal: las tablas del antiguo retablo del siglo XVI de la iglesia de San Nicolás de Castroverde de Campos, tras una exhaustiva restauración financiada por el Ayuntamiento de la localidad.
El Museo Diocesano acogía ayer dñia 20 de enero la rueda de prensa de presentación a los medios de comunicación de su tercera exposición temporal, integrada por 8 de las 10 tablas del antiguo retablo mayor de la iglesia de San Nicolás de la localidad zamorana de Castroverde de Campos.
Satisfacción del pueblo de Castroverde
José Ángel Rivera de las Heras, director del Museo Diocesano, subrayó el interés puesto por el Ayuntamiento en la recuperación de las tablas, que se ha traducido en asumir el coste de la restauración. Por su parte, el alcalde de Castroverde de Campos, Cecilio Lera, destacó la satisfacción del pueblo, “después de tener más de veinte años guardadas las tablas. Ahora hemos logrado restaurarlas y, dentro de poco, volverán a estar puestas en el retablo de la iglesia”.
El alcalde afirmó que “todo el pueblo nos hemos quedado alucinados al saber que teníamos este tesoro”, lo que supone “una gran satisfacción por algo que creíamos destruido y que ahora está ahí”. También explicó que ha sido posible realizar este esfuerzo gracias al plan de mejoras del área de actuación de Castroverde.
Preguntado por los periodistas, Lera explicó que el presupuesto inicial ascendía a 37.000 euros, y aumentará seguramente hasta los 40.000, ya que incluye la restauración de las tablas, la de las esculturas, y el ensamblaje de todo el retablo.
Jesús Cuesta, escritor e historiador local, intervino señalando lo importante de la actuación, y recordó que “queda la restauración de la estructura del retablo, su ensamblaje y las estructuras”, algo que “vale la pena porque hay que tener en cuenta que se hizo en el año 1530”. También estuvo presente en el acto Sarvelio Villar, de la asociación cultural local Castrum Viride.
La restauración, un logro
Por su parte, el director del Taller Diocesano de Restauración, Bernardo Medina, contó que cuando encontró las tablas por primera vez “en la sacristía de la iglesia, me pareció maravilloso lo poco que podía ver, y lo grosero del repinte, totalmente naif”. Explicó que “se fotografiaron las tablas para ver las posibilidades de restauración”, y resumió el proceso empleado, destacando que “es un logro del Ayuntamiento haberlas restaurado”, y que “es importante que se vuelva a montar tal como fue realizado”.
Rivera de las Heras aclaró también que sólo se exponen 8 de las 10 tablas porque se ha optado por mostrar las que forman el ciclo de la vida de Cristo, y las otras 2 se refieren a San Nicolás, además de ser de menor calidad. En cuanto a la duración de la exposición temporal, dijo que estaría sujeta a lo que tarde en hacerse la estructura para el nuevo ensamblaje en Castroverde de Campos.
Además, preguntado por los periodistas, el director del Museo Diocesano de Zamora señaló que, aunque las tablas no están documentadas, y por ello no es posible asegurar con total certeza su autoría, “podrían ser de los mismos autores que las de Barcial del Barco”, y que precisamente formaron la exposición temporal anterior. “Esto nos ayuda a reconstruir la historia del arte de Zamora, sobre todo de la pintura del siglo XVI”, añadió.
Tablas del retablo de San Nicolás
(por José Ángel Rivera de las Heras, director del Museo Diocesano)
En la noche del día 6 de diciembre de 1969, fiesta de San Nicolás de Bari, poco después de haberse celebrado la liturgia del santo titular, la techumbre de la nave principal de la iglesia de San Nicolás de Castroverde de Campos se derrumbó. Su retablo mayor, formado entonces por banco, tres cuerpos con cinco calles y ático, con diversas esculturas y diez tableros pintados, fue desmontado y trasladado a la iglesia parroquial de Santa María del Río, posteriormente a la casa rectoral, y finalmente al edificio del Ayuntamiento, donde se ha conservado hasta hoy.
Gracias al descubrimiento de la documentación existente en el Archivo de la Real Chancillería de Valladolid y su publicación por parte de Alonso Cortés [1], y a los recientes estudios de Cuesta Salado [2], sabemos que la realización del retablo fue contratada el día 1 de marzo de 1526 con Jacques Bernal y Benito Elías, por entonces vecinos de Carrión de los Condes, y Tomás Mitata, vecino de Astorga. Posteriormente, en 5 de mayo de 1529, se concertó su ampliación con el maestro francés Bernal para añadir un cuerpo más en altura. Bernal y Mitata se encargaron de la obra de ensamblaje, mientras Elías talló las esculturas situadas en la calle central: Llanto sobre Cristo muerto, San Nicolás, Asunción y Calvario. Respecto a la autoría y la cronología de las pinturas, nada dicen los citados documentos.
Las tablas fueron burdamente repintadas en el siglo XVIII –momento en que se alteró la estructura retablística y se sustituyeron dos de ellas por las tallas de San Fabián y San Sebastián-, posiblemente a causa de sus numerosas lagunas, de modo que a principios del siglo XX el historiador granadino Manuel Gómez-Moreno afirmaba que sus “pinturas acabaron a manos de un Orbaneja” [3]. Posteriormente, el sacerdote zamorano David de las Herasaseguraba que el retablo “tenía diez tablas pintadas no muy buenas; más bien parecen de aficionado o discípulos” [4], sin advertir que las pinturas originales con idénticos temas se hallaban bajo la apariencia de otras anodinas.
Tras la restauración de la iglesia de Santa María del Río, el Ayuntamiento de Castroverde de Campos decidió financiar la restauración de los elementos conservados del maltrecho retablo, con la intención de que sea instalado próximamente en la iglesia parroquial. De esta labor se ha ocupado la empresa QUID-ARTE Conservación y Restauración, S.L. (David Rafael Alberti Suárez y Jaime Tesón del Hoyo) desde el año 2011.
Los tableros, pintados al óleo sobre madera de pino, contienen las siguientes escenas: Presentación de Jesús en el Templo, Epifanía, Huida a Egipto, Disputa con los Doctores, Camino del Calvario, Descendimiento, Santo Entierro, Resurrección, San Nicolás de Bari arrojando bolsas con oro por una ventana para dotar a tres doncellas indigentes, y el mismo santo obispo apareciéndose en sueños al emperador Constantino para impedir la ejecución de tres oficiales falsamente acusados e injustamente condenados a muerte.
En el conjunto se aprecian dos manos: la de un pintor de ascendencia leonesa, quizás Cristóbal de Colmenares, y la de otro más vanguardista, heredero del estilo de Juan de Borgoña, acaso Martín de Carvajal.
Fuente:: SIC