La Luz de la Confianza

La Epifanía de Dios

La Luz de la ConfianzaMons.  José Manuel Lorca     La Palabra se centra esta semana en los comienzos de la predicación de Jesús y en la importancia de que fuera en Galilea, en Cafarnaúm, a donde se marchó al enterarse de que arrestaron a Juan el Bautista. Esto da pie al evangelista Mateo para interpretar que la profecía de Isaías está cumplida y que los pueblos que estaban rodeados de gentiles, a los que habitaban en tinieblas y sombras de muerte les brilló la luz de Cristo, la luz de su predicación, que exhortaba a la conversión y anunciaba el Reino de Dios.

He aquí, de nuevo, el contraste al que nos tiene acostumbrados Dios: En este retirado lugar, donde nunca pasaba nada, fue donde comienza la mayor de las oportunidades para los hombres, poder escuchar la voz de Dios. Es que Dios va más allá de lo que pudiéramos planificar cualquiera de nosotros. Pero aún queda más, a la orilla del mar Jesús se acerca a gente anónima, sin notoriedad, le habían escuchado antes y les causó tanta admiración, que sencillamente se dejaron llevar de su presencia y de la palabra del Señor, todo con discreción, casi en silencio. Lo admirable que cuenta el evangelista es cómo fue que a estos jóvenes pescadores, que estaban en su faena, desconocidos y sin influencias ni poder, los eligió el Señor invitándoles a seguirle: venid y seguidme y os haré pescadores de hombres. La respuesta de ellos es un prototipo de seguimiento: Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Desde luego que tiene mucho sentido lo que escuchamos en estos textos, como que va en ello nuestro estilo de vida.

El salmo nos ayudará a acercarnos a Dios como los pescadores de Cafarnaúm, porque nos pide con determinación que tengamos confianza, que nos fiemos, a pesar de las dificultades y peligros. En este salmo hay un gran vocabulario sobre la esperanza, tanto que impresiona: confiar, levantar la cabeza, fiarse, esperar, no temer, no temblar, ser animoso, valiente…; además de los títulos del Señor: salvación, baluarte, auxilio, protector… Es un lenguaje directo, que llega a lo más hondo de ti, al corazón, precisamente en tiempos de tormentas e inseguridades. Tu has tenido la suerte de poder escuchar a Dios, pues abre los oídos para escuchar la confianza a la que estas invitado, a dejarte llevar por el que ha venido a iluminarte con su Luz. Tu mayor victoria no es vencer a los enemigos externos, sino vencer al miedo, a tus miedos, que te impiden seguir al Señor, ese es tu enemigo interior. Dios ha encendido en ti la luz de la confianza, que vence al miedo, porque sólo Dios te da seguridad. Ánimo, ten confianza.

+ José Manuel Lorca Planes

Obispo de Cartagena

Fuente:: Mons. José Manuel Lorca

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